Arsenal de Sarandí se consagró una vez más campeón en el fútbol argentino. El equipo conducido por Gustavo Alfaro derrotó esta noche en la final de la Copa Argentina a San Lorenzo por un claro 3-0 y festejó en la provincia de Catamarca. Así, el equipo de Marcelo Tinelli, quien estuvo en el estadio y que tuvo de titular al sanjuanino, Emmanuel Mas, se quedó sin el título y el premio de disputar la próxima edición de la Copa Libertadores, algo que realizará el club de la familia Grondona.
En el primer tiempo, San Lorenzo administró la pelota y Arsenal corrió y metió como es su costumbre. La primera fue para Julio Furch (ex San Lorenzo y verdugo el fin de semana con dos goles en el 2-1 en Sarandí), que con un remate desde afuera llevó peligro al arco de Torrico. Después, en el primer tiempo, casi todo fue del Ciclón. Correa y Verón se recostaron por izquierda y pusieron en problemas a Nervo y Echeverría. Primero lo tuvo Correa, que apiló rivales y esquivó patadas para meterse en el área y definir ante un Campestrini que tapó a puro reflejo. Y después Piatti aprovechó una pelota que quedó viva tras una falta de Echeverría sobre Verón, pero el ex Gimnasia remató débil al primer palo. San Lorenzo dominaba, pero la lluvia tomó protagonismo y Arsenal aprovechó la oportunidad que estaba esperando. A los 36, salió el pelotazo desde el campo propio hasta el área de Torrico que salió lejos y mal, y despejó corto con los puños. En la puerta del área esperaba Nico Aguirre que no lo dudó y metió el frentazo bombeado al arco. A pesar del esfuerzo de Mas, la pelota besó el palo y se metió para el 1-0. Arsenal estaba en ventaja y el panorama para San Lorenzo empezaba a oscurecer. A los 44, Piatti perdió una pelota sobre la derecha y le tiró con todo a Iván Marcone. Germán Delfino no lo dudó y le mostró la roja. San Lorenzo terminaba el primer tiempo en desventaja y con diez jugadores.
Con remates desde afuera, el Ciclón se aproximó en el arranque del complemento pero fue Arsenal el que otra vez golpeó luego de una pelota parada: centro de Aguirre, Julio Furch la bajó y la metió Mariano Echeverría. Una vez más, dos cabezazos en el área terminó en gol.
Encima, a los dos goles en contra y el hombre menos, San Lorenzo sumó una nueva preocupación y a futuro. Es que a los 16 minutos Gonzalo Verón saltó a cabecear, cayó mal y sintió un dolor en la rodilla derecha. Tuvo que salir, con mucha bronca y preocupación pues se estima que, como mínimo, padece una distensión de ligamentos.
Un ratito más tarde, Emilio Zelaya, quien recién había ingresado, armó una muy buena jugada de izquierda a derecha y sacó un potente remate que dejó sin nada que hacer a Torrico. El tercero, pese a que solo iban 21 minutos del complemento, definitivamente liquidó la final. San Lorenzo, que mostró la impotencia de algunos hinchas tirando butacas al campo de juego, fue con amor propio, aunque nunca encontró los caminos para llegar con claridad hasta el arco del siempre seguro Campestrini. Arsenal solo esperó el paso de los minutos para gritar, otra vez, campeón.
