Cuando aparecieron los burros en el campo de destreza criolla, el público creyó que participarían en la doma, organizada para la fiesta gaucha en Angaco en conmemoración del Día del Trabajador. Pero, estos animales protagonizaron un espectáculo humorístico que se llevó la ovación de la gente. No fue la única intervención divertida de estos equinos, ya que también participaron de un juego que hizo reír a carcajadas a los presentes. Unas 3.500 personas participaron en la XX edición de la Fiesta de la Doma y Folclore de Angaco (ver a parte).
La gente se agolpó contra el alambrado para ver de cerca el espectáculo que desde la mañana temprano anunció el locutor como ’algo imperdible’. No se equivocó. Uno tras otros ingresaron al campo de la doma los gauchos de la agrupación de Bella Vista, Iglesia, disfrazados de mujeres y de avestruz. Un par ingresó a bordo de bicicletas y otros de caballos de madera. Luego de hacer algunas piruetas que divirtió a la gente, los burros salieron a escena para potenciar el humor. Como si estuviera ensayado, animales esquivaron los lazos para que no los atraparan. Y cuando los gauchos artistas los lograron montar, los lanzaron al suelo con un par de corcoveos.
Otro grupo de burros ingresó al predio para participar de un juego nuevo en el que los gauchos los debían atrapar, ensillar, montar y hacerlos llegar hasta una mesa que se puso en medio del campo de la doma. La tarea parecía fácil, pero se convirtió en una misión casi imposible y que volvió a arrancar carcajadas en los espectadores.
Tirándolos de las orejas y de la cola, los gauchos intentaron hacer que los burros avanzaran, pero no lo lograron. Luego de varios intentos fallidos, Optaron por empujarlos desde atrás, incluso levantándoles las patas traseras, y así lograron que llegaran a la mesa.
Los niños también participaron en los nuevos entretenimientos que incluyó la fiesta. Uno de ellos fue el juego de la zapatilla donde los chicos se tuvieron que quitar el calzado y entregárselo a los gauchos que se encargaron de esparcirlo por todo el predio. Los chicos tenían que buscar sus zapatos, ponérselo y correr hasta el escenario. El primero en completar la prueba se llevaría de premio una bicicleta.
Más de 30 chicos participaron de este entretenimiento que también divirtió a la gente.
