Cancha llena. Un estadio como hacía bastante que no se veía como cuando San Martín estaba en Primera División. Una noche inolvidable para el pueblo Verdinegro que vivió todo intensamente. Desde el triunfo, la euforia hasta las reprobaciones para Cristian Alvarez y Juan Román Riquelme, quienes se llevaron el podio de los silbidos en la cancha
Cuando Román la tocó, la gente empezó a silbarlo tímidamente pero cuando Alvarez entró en acción, la silbatina fue creciendo. Conforme se fue calentando el partido, a los silbidos por Román le sucedieron largos silencios cuando el 10 tenía algún tiro libre. Después, el delirio empezó a soltarse cuando Figueroa marcó el prime gol y desde ahí todo se multiplicó en San Martín. La gente no se guardó nada y cuando lo expulsaron a Alvarez por la infracción a Pinedo Zabala le hicieron ver que no dejó el mejor recuerdo en Concepción. Con Riquelme, la historia fue otra, una mezcla de respeto y desidia que solo el fútbol puede generar.