La epidemia de un nuevo tipo de influenza siguió ayer sumando muertes en México, incluido un argentino, mientras se expandía por Norteamérica y Europa, haciendo temblar a los mercados mundiales que temen que el brote agrave la ya profunda crisis global.
En medio de los temores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) resolvió elevar de 3 a 4, en una escala de 6, el nivel de alerta de pandemia mundial, luego de que también fueron confirmados 40 casos en EEUU, seis en Canadá, dos en Reino Unido y uno en España.
La fase 4 quiere decir que para la OMS la transmisión de la gripe de persona a persona es capaz de causar brotes a nivel comunitario y un incremento significativo en el riesgo de pandemia.
En lugares tan distantes como Francia, Israel y Nueva Zelandia, y otros más cercanos como Guatemala y Perú, se estudian posibles contagios.
Gobiernos de todo el mundo tomaron medidas y recomendaron a sus ciudadanos reforzar las medidas de higiene para evitar la propagación de la gripe. Algunas naciones incluso establecieron inspecciones especiales en sus aeropuertos.
Las autoridades de México elevó ayer a 149 la cifra de fallecidos hasta el momento por cuadros de influenza grave en el país.
Las muertes confirmadas por la enfermedad ocurrieron en 10 estados del territorio mexicano.
Pero en todo el país había más casos que se sospecha podrían ser de la nueva cepa de influenza.
Riesgo de pandemia
La nueva cepa de influenza, una mezcla de varios virus de porcinos, aves y humanos, representa el mayor riesgo de pandemia desde que surgió la gripe aviaria en 1997, que entonces causó la muerte a varios cientos de personas.
No existe una vacuna contra esta cepa y crear una -según Córdova- podría tardar seis meses, pero el virus es tratable con antivirales, de acuerdo con las autoridades.
"Vine a rezarle a la Virgen para que nos ayude, para que esto se acabe rápido. Parece que esto se está esparciendo muy rápido", dijo Romina Guzmán, de 46 años, en el altar de la Virgen de Guadalupe dentro de la Catedral de la capital
mexicana, donde miles de personas caminaban con mascarillas.
El virus golpeaba a los mercados financieros: La bolsa mexicana se desplomaba un 3.34% y el peso se depreció casi un 4.5%. El resto de las bolsas de Latinoamérica también sintieron el sacudón y con menor eco en Nueva York.
El índice de las aerolíneas cayó entre el 10 y 16%.
"La paralización parcial del país no va ayudar mucho a la economía ya debilitada", dijo un operador cambiario en México, que hasta ahora ha sido el país más golpeado por la crisis global.
El brote de influenza también hizo caer los precios de acciones en los mercados bursátiles de Asia, golpeó a los precios del petróleo y llevó a muchos inversionistas a mover su dinero a instrumentos considerados más seguros.
Trabajo normal
En la populosa capital mexicana millones de personas se recluyeron el fin de semana en sus casas, cerraron parques, museos, bares, estadios e iglesias.
El domingo incluso la Iglesia sacó a las calles de la capital mexicana al Cristo de la Salud en una procesión que no realizaba desde hacía al menos un siglo y medio en el devoto México, desde la última gran epidemia.
Y ayer las autoridades extendieron la suspensión de clases a todo el país por 10 días.
Pero muchos mexicanos fueron a trabajar y el tráfico en la caótica ciudad de casi 20 millones de habitantes avanzaba a buen ritmo con autobuses repletos de gente con sus barbijos puestos.
Como si fuera poco con la epidemia de influenza, los mexicanos se llevaron otro susto ayer cerca del mediodía cuando un temblor de magnitud 5.8, con epicentro cercano a la ciudad de Chilpancingo, sacudió altos edificios en la capital y llevó a evacuar a varios de ellos, incluso hospitales.
Mientras tanto, la Unión Europea recomendó evitar los viajes no esenciales a áreas afectadas por la gripe porcina. Un alerta similar emitió EEUU a sus
viajeros, algo que podría golpear a la ya desacelerada economía de México, que tiene en el turismo una de sus principales fuentes de divisas y recibe mayormente visitantes estadounidenses.
