�Cuando la empleada doméstica denunció el abuso sexual que sufría su hijo en casa de González, atravesaba una angustiante situación similar con su hija mayor, entonces de 14 años. El 10 de enero de ese 2013, la niña llegó hasta la Villa Paolini, Pocito, por un aviso en una revista para trabajar de promotora. Ya en el destino fijado -dijo- el sujeto que la esperaba le dio un té para sedarla y la violó. Ese sujeto, Juan Carlos Avila (50), estuvo preso 19 meses, hasta que en la Sala I de la Cámara Penal lo absolvieron por el beneficio de la duda.
