El Verdinegro viene de sufrir dos malos arbitrajes. Primero, el de Pablo Lunati ante Independiente, que condicionó su juego al sacarle amarillas por doquier. Después, el de Sergio Pezotta, que le costó irse perdiendo (2-0) el primer tiempo con Lanús después de un penal que sólo el árbitro vio. Hoy le tocará a Saúl Laverni (foto), alguien que no registra antecedentes malos dirigiendo al Verdinegro.