La Iglesia, "que no sabe cómo ocultar a sus sacerdotes pederastas", protagoniza una "formidable presión sobre los legisladores y la opinión pública" para que "nunca" se apruebe una ley que autorice el matrimonio entre personas del mismo sexo, opinó ayer el ex jefe de gabinete, Alberto Fernández.

El ex funcionario kirchnerista criticó, además, a las "voces conservadoras de siempre", a las que consideró "un germen" que "parece revivir" cuando el Parlamento busca modificar el Código Civil y establecer por ley "el casamiento entre personas de igual género".

"La misma Iglesia que no sabe cómo ocultar a sus sacerdotes pederastas ya se ha opuesto a que se autoricen tales casamientos", comentó Fernández en declaraciones radiales reproducidas en un comunicado.

Además, aseguró que los sectores religiosos lanzaron "una formidable presión sobre los legisladores y sobre la misma opinión pública para que una nueva ley de matrimonio civil jamás sea dictada", dijo el ex jefe de gabinete.

Al respecto, consideró que si finalmente el Parlamento transforma en ley las diferentes iniciativas presentadas respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo, "los argentinos" darán "otro golpe mortal a ese germen de la hipocresía" que, según opinó, "cada tanto revive" y "posterga socialmente" a la población.

La semana pasada, la Conferencia Episcopal Argentina, presidida por el cardenal Jorge Bergoglio, reiteró su oposición a que las parejas del mismo sexo puedan adoptar, al advertir que los niños tienen el "derecho inalienable" de nacer y crecer en "el ambiente natural del matrimonio" heterosexual.

El Episcopado argentino aseguró también que "no hay realidad análoga" que pueda equiparse con el matrimonio entre un hombre y una mujer.