La formación educativa que hoy en día reciben los niños debe ir más allá del aprendizaje de las materias básicas impartidas en la escuela, es necesario que además del idioma materno, expandan sus conocimientos aprendiendo otro idioma.
Se dice que la mejor época para que un chico estudie otro idioma es entre la primera infancia y los seis años, cuando son altamente sensibles a éstos y pueden estudiarlos más rápido; entre más temprano lo hagan, mejor será su dominio.
La importancia que actualmente ha cobrado el conocimiento de otra lengua se debe a varias razones. En el actual mundo globalizado y capitalista el mercado empresarial ha aumentado sus horizontes generando relaciones internacionales cada vez más continuas que precisan el conocimiento de otros idiomas, lo que lógicamente provoca que su manejo se vuelva una cuestión primordial. Esta circunstancia incluso ha ampliado el panorama; hasta hace poco tiempo el inglés constituía la base comercial, pero actualmente también el chino y el portugués se han convertido en opciones realmente interesantes. En el caso de China por su creciente importancia en la economía mundial del país y de Brasil porque es la potencia más cercana y su principal socio comercial, desde los acuerdos con el Mercosur.
Por otra parte, el conocimiento de idiomas permite acceder a otras culturas y homogeneizar los conceptos que permiten comunicarse en todo el planeta; ofrece cuando se viaja al exterior una sensación de mayor independencia al momento de movilizarse por lugares desconocidos y posibilita el acceso a mayor cantidades de información, ya que muchas fuentes se consiguen sin traducción, sólo en su idioma original.
Todo esto sin olvidarse de una razón determinante: las mejores oportunidades de trabajo requieren un buen manejo de idiomas, y esto abarca desde un empleo administrativo hasta los más altos cargos ejecutivos.
