Los "veranitos" que estamos viviendo en nuestra provincia están causando más preocupaciones e incertidumbre en los productores en general, que bienaventuranzas.

Estamos en la primera quincena de mayo y todavía hay temperaturas máximas de 25 y hasta 28 grados centígrados, en atardeceres que más se parecen a marzo que a este mes.

De temperaturas mínimas ni hablar, y esto sí es preferible, porque los agricultores saben de los daños de las primeras heladas en sus cultivos.

Pero veamos con más detenimiento, y en detalles fisiológicos puros, cómo reaccionan las distintas plantaciones del campo de San Juan, ante estos acontecimientos de elevadas temperaturas en meses de otoño.

PASTURAS: en particular en el caso de la alfalfa, es una bendición postergar el ciclo productivo de esta reina leguminosa, ya que se continúan recolectando fardos, también rollos y se siguen encastillando los cortes. En memorias de gente que lleva años en esta actividad, hubo una temporada en que se pudo cortar pasto hasta fines de mayo, y es algo bastante raro.

SEMILLAS: depende la especie, pero siguiendo con la alfalfa, esta semana se vieron seis trilladoras en distintos puntos de nuestra geografía, cosechando simiente. El rocío y las mañanas templadas complican las tareas, pero se puede hacer un segundo corte al tradicional de verano, sumando algunos kilos para el mercado.

En cebollas no conviene, y depende del ciclo de las mismas, pero en promedio, no es bueno que sigan los días así, porque los vegetales están entrando en acortamiento de horas de luz y por ende de días aprovechables y necesitan un clima suave y luego frío. Otras semillas tampoco se ven beneficiadas por su gran crecimiento vegetativo actual y el riesgo posterior de heladas bruscas. Entran acá zanahorias, hinojos, brócolis, puerros y otras especies.

VIDES: prolongan su estado circulatorio, y es malo porque necesitan entrar lentamente en recesión, para agostar sarmientos y luego diferenciar bien las yemas de madera y productivas. Es mejor que haya un otoño suave y luego un invierno con menores temperaturas.

FRUTALES: algo similar a las vides. Se cosecharon en verano ciruelos, almendras, damascos, duraznos, etc., y esas plantas requieren ahora fases fisiológicas de descanso, o estados de latencia, para irse preparando hormonalmente y nutricionalmente para la primavera-verano. Las cosechas se verán afectadas por el corrimiento de fechas.

OLIVOS: para el caso de las aceiteras, de cosecha tardía, permite continuar con la práctica de recolección. Pero a las conserveras, de cosecha temprana, les produce una alteración de fechas que no es beneficiosa finalmente.