Los índices de inflación local para el mes de mayo estuvieron muy por encima del valor que difundió el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) en el último mes, que fue del 0,7%. El costo de la vida para San Juan el mes pasado alcanzó el 1,22% de aumento, según calculó la consultora privada Fundación para el Desarrollo Global (Fundeg), la única que elabora esa medición en la provincia.
Este porcentaje se acerca al que difundieron los diputados nacionales opositores el martes pasado, que recogieron de las consultoras privadas, situando el índice inflacionario en 1,5%.
La buena noticia, es que los precios el mes pasado bajaron, después que en el mes de abril alcanzaron un aumento del 3,9%, la más alta inflación que se tenga registros desde marzo del 2008.
En esa oportunidad, estuvo impulsada por el incremento de artículos que en la canasta de alimentos tienen más peso en la medición que otros de menor impacto como, por ejemplo, la carne vacuna que en mayo -creer o reventar- no aumentó ni un solo centavo en los mostradores de las carnicerías sanjuaninas, según Fundeg. Con el aumento producido en mayo, la inflación local acumula en los últimos 12 meses un 23% de aumento.
Mayo arrojó algunas sorpresas en el bolsillo de los sanjuaninos: Por un lado, las hortalizas ya acumulan en los últimos 60 días una baja del 11,8%, pero la harina de trigo que en abril ostentó una baja del 21,8%, este mes sorpresivamente subió el 13,7%. En el tren de las novedades, las bebidas edulcoradas o dietéticas, que arrasan en materia de consumo en el país, bajaron un 5,4%, porcentaje que fue casi imperceptible para los consumidores. A prima facie son variaciones que llaman la atención de cualquier mortal y que apenas son una foto de los tiempos que vive la economía doméstica en el país.
Otros productos alimenticios que también tuvieron aumentos el mes pasado fueron los huevos que treparon con una suba del 22,6% su precio, en gran parte fogoneado por el aumento que tuvieron en las avícolas el alimento balanceado para las gallinas. El otro artículo que no falta en la alacena de los sanjuaninos y que mostró después de un tiempo sumergido en el ostracismo una realidad que se ve a diario en las góndolas de los supermercados fue el azúcar: tuvo 9% de suba.
Con estos números, y de acuerdo al análisis de Fundeg, una familia tipo para no caer bajo la Línea de Indigencia, necesitó en mayo para cubrir los gastos que demanda la Canasta Básica de Alimentos $1.364, contra los $1.352 del mes pasado. Ese mismo índice, 12 meses atrás ostentaba un valor para la CBA de $1.124.
Otra de las lecturas que arroja este informe, si se compara la distribución de la riqueza en la Argentina con el valor de la Canasta Básica Total calculado por Fundeg, que para mayo fue de $3.001, resulta que el 43,7% de la población urbana -unos 25 millones- se encontraría por debajo de la Línea de la Pobreza, en claro contraste con las publicaciones del INDEC que estimaron la cantidad de pobres en el 9,9%.
