Que la escuela secundaria incluya a los adolescentes que hoy están fuera de ella, que se eleve el porcentual de chicos que se mantienen en las aulas y terminan el ciclo son metas que deben agregar la jerarquización de los saberes y la formación educativa, así como la construcción de un orden disciplinario respetuoso de las normas. Por eso es que desde las instituciones educativas, en vez de enseñar a avasallar, amedrentar o extorsionar, hay que inculcar a que cada ciudadano respete el valor de la ley y de los otros.

Hombre, pueblo, Nación, Estado, todo: todo está en los humildes bancos de la escuela.

Es éste uno de los principios del pensamiento sarmientino. La educación no es sólo la base de la civilización, sino un compromiso de todos.

En el prólogo del libro "Mapas y recorridos de la educación de gestión privada en la Argentina”, el Prof. Alfredo Manuel Van Gelderen, miembro de la Academia Nacional de Educación de la República Argentina opina que este trabajo es destacable, ya que "el tema elegido y las diversas posiciones que conviven entorno a la educación privada son importantes y alrededor de él se han expuesto diferentes teorías, posiciones, ideologías y análisis de los enfoques de la Constitución de la Nación Argentina y de las leyes, políticas públicas y las relaciones de la legislación educativa y escolar de nuestra República en lo nacional y en lo jurisdiccional federal”.

En sus clases universitarias de política educativa y de análisis crítico del sistema educativo argentino, trabajó siempre acerca de la presencia de la educación pública en nuestro territorio.

Consideró necesario tener en cuenta las prescripciones constitucionales sobre "instrucción pública” que respetó las raíces y fundamentos educativos del país, siguiendo la ruta de la Junta de Mayo, expresados en su orden del 13 de agosto de 1810 y que creó la biblioteca pública de Buenos Aires y afirma que el servicio público era "un recurso seguro para aumentar sus conocimientos a los amantes de las letras” y con el anuncio de que "llamará en su socorro a los hombres sabios y patriotas, que reglando un nuevo establecimiento de estudios adecuados a nuestras circunstancias, formen el plantel que produzcan algún día, hombres que sean el honor y la gloria de su patria”.

Es importante conocer el sistema educativo argentino en su evolución histórica. Transitó períodos donde se registraron acuerdos y desacuerdos sobre la forma del servicio público de la enseñanza. Hay hitos que pueden demostrarlo.

Los centros educativos tienen como principal responsabilidad compartir talentos, asociar voluntades, saber integrarse e integrar la comunidad en la sociedad.

Es un imperativo comunicarse y participar con el entorno, salir a la calle, transitar las rutas, abrirse a otras idiosincrasias e historias. Nada de lo humano es indiferente.

Si bien de la educación de la persona se ocupa la pedagogía nutrida por una visión del hombre y el ser humano es un educando y un educador permanente de donde se deduce la necesidad de una "pedagogía del encuentro” que atraviese toda la sociedad.

Para estar a la altura del tiempo en que se vive hay que tener las competencias para crear un proyecto que a través de la educación, recupere la prioridad del desarrollo humano y sepa responder a los importantes desafíos del siglo XXI.