Varias soberanas de España y una “reina” de Hollywood, Elizabeth Taylor, poseyeron “La Peregrina”, la perla más famosa del mundo, que llegó en septiembre a Madrid antes de ser subastada el próximo enero en Christie’s, donde un nuevo dueño se hará con esta bella joya cargada de historia.
Medio año después de la muerte de su última dueña, la famosa Taylor, la joya será vendida a un precio estimado de entre dos y tres millones de dólares (entre 1,4 millones y 2,2 millones de euros). En realidad, en enero se va a subastar el joyero entero de la actriz. Y también su armario, sus muebles y demás objetos personales.
Son 33 lotes por los que los herederos esperan recaudar 30 millones de dólares (unos 22 millones de euros), que en parte irán a parar a una fundación (ETAF) contra el sida. “La Peregrina”, del siglo XVI, forma parte de esta colección que será vendida en Nueva York 43 años después de que el actor Richard Burton, con quien contrajo matrimonio en dos ocasiones, se la regalara.
Por sus connotaciones históricas, la joya llegó a Madrid y fue presentada por el especialista de perlas históricas David Warren, que ha calificado la alhaja como la mejor perla natural que hay en el mundo.
En este marco, se recordó que la increíble historia de esta famosa perla comienza en 1570 cuando tras aparecer en aguas de Golfo de Panamá, fue subastada en la Casa de las Indias de Sevilla, España.
Felipe II la adquirió en principio para regalársela a su hija preferida, Isabel de Austria; pero se dio cuenta de su importancia y se la quedó para integrarla en el patrimonio de la Corona de España. Luego fue lucida por varias reinas de España, como Isabel Clara Eugenia, Margarita de Austria, Isabel de Borbón y María Luisa de Orleans, algunas de ellas retratadas con la joya por el famosos pintor español Diego Velázquez. Otro de los que lució “La Peregrina”, en un retrato de Velázquez, fue Felipe III, que fue pintado a caballo y con la perla prendida en su sombrero.
“La Peregrina”, única por su tamaño, su forma de pera, su nacarado, su brillo y su color, permaneció en la Corona española hasta que José I Bonaparte, el hermano de Napoleón, que gobernó España durante la ocupación francesa, huyó del país del Viejo Continente con la famosa perla.
Años después la joya volvió a cambiar de dueño y pasó a manos inglesas cuando los descendientes de José Bonaparte la vendieron al marqués de Abercorn, en cuyas manos permaneció hasta principios del siglo XX.
En 1914 la familia Abercorn la vendió a una joyería londinense, que ofreció al rey Alfonso XIII la oportunidad de comprarla pero el monarca español, preocupado por la inminente guerra mundial, declinó la oferta y “La Peregrina” fue adquirida por un anónimo multimillonario norteamericano. Acá se produjo un lapsus en la historia de la perla de la que se sabe casi todo, ya que es uno de los pocos momentos que se perdió el rastro de los dueños de la joya. Después, volviendo a manos famosas, Richard Burton la compró en 1967 por 37.000 dólares (uno 27.000 euros) como regalo para su amada Elizabeth Taylor en su cumpleaños número 37.
En cuanto a un posible comprador, la casa de subastas considera probable que pueda ser adquirida por algún museo de Oriente Próximo (región de Oriente cercana al Mediterráneo) donde abundan las colecciones de perlas, o por alguno de China. “Puede haber alguna sorpresa”, ha indicado David Warren, que ha recalcado el interés histórico que despierta.
Además informaron que “La Peregrina” es la segunda mejor joya de la colección de Taylor, después de un diamante que lleva el nombre de la actriz que lució la perla en la película en la que interpretó a Ana Bolena. Actualmente, la preciada alhaja se encuentra integrada en un espectacular collar de rubíes y diamantes que fue diseñado por la propia actriz, coleccionista de joyas y de obras de arte que también serán subastadas.
En estos meses previos a la subasta, Christie’s se ha encargado de asegurar que ésta es la verdadera “Peregrina” frente a otras tres perlas que han llevado este nombre o uno parecido. Una de ellas es la Pelegrina (con ele), en poder de una familia rusa. La segunda es la que llevaba María Tudor, reina de Inglaterra, en un retrato. Y la tercera no exenta de polémica, es la que posee la reina Sofía y que también se llama Peregrina, a la que Christie’s llama un perlón, pero asegura que no es la auténtica.
Fuente: Agencia Efe
