La vitivinicultura en su conjunto pretende impulsar el uso de jugo concentrado de uva en la demanda de edulcoración de bebidas analcohólicas. Potenciaría la producción de mosto y la incorporación a las gaseosas de componentes naturales y saludables. El objetivo del proyecto de ley es contribuir al desarrollo de las economías regionales promoviendo el uso de jugos naturales de fruta en bebidas analcohólicas.

¿De qué forma? El Observatorio Vitivinícola Argentino explica en un informe que mediante el aumento de la alícuota de impuestos internos a un 28% para las bebidas analcohólicas. En 1996, la baja del impuesto del 25% al 4% ayudó a impulsar el consumo de gaseosas en Argentina, que actualmente es de 131 litros per cápita, posicionando al país como uno de los principales consumidores de estas bebidas en el mundo. El aumento del impuesto producirá un efecto en el precio de las bebidas que disminuirá las cantidades consumidas. Es por ello que la vitivinicultura plantea reducir al 18% la alícuota para aquellas bebidas analcohólicas, gasificadas o no, edulcoradas en un rango entre el 5% y el 9%, con jugos o zumos de frutas concentrados y con un mínimo de 75% con caña de azúcar. Lo que permitirá incorporar 60 mil toneladas de jugo concentrado de uva.

Incorporar 60 mil toneladas de jugo concentrado de uva significaría un aumento importante de demanda de uvas, afectando unas 14.300 hectáreas productoras y alrededor de 2.000 productores en las provincias de Mendoza, San Juan, Catamarca y La Rioja. En su rol de identificar y construir nuevas oportunidades que permitan mejorar algunos aspectos del negocio vitivinícola, como así también anticiparse a situaciones que puedan ser previsibles; la Corporación Vitivinícola Argentina viene colaborando en la elaboración de un proyecto.

PROPUESTA DE LA VITIVINICULTURA

La propuesta del sector vitivinícola es la de sumar al proyecto que se presentó en el Congreso Nacional un aspecto importante respecto a la utilización de jugos naturales de distinto género botánico del sabor de la bebida. La misma plantea reducir la alícuota al 18%, para aquellas bebidas analcohólicas, gasificadas o no, edulcoradas entre un rango entre el 5% y el 9%, con jugos o zumos de frutas concentrados y con un mínimo de 75% con caña de azúcar, cuando provengan de distinto genero botánico. Cuando los jugos y zumos de frutas provienen del mismo género botánico, aplicaría la tasa del 3% planteada por el proyecto original.

Es importante remarcar que esta incorporación permitirá reducir el efecto que tendrá en el precio de las bebidas analcohólicas el proyecto original, ya que una tasa del 18% respecto a una tasa del 28% (es decir, un incentivo del 10%) significa una reducción de diez puntos porcentuales en el gravamen, con el consiguiente menor efecto en el precio. Esto hará que la demanda de azúcar aumente por dos causas: la disminución del precio y el aumento de la demanda del bien final (las bebidas analcohólicas) y el “piso” de edulcoración del 75% con azúcar. El objetivo de la propuesta es la de contribuir al desarrollo de las economías regionales. Ya que impulsaría sectores agroalimentarios de 13 provincias: Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Formosa, Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén y Río Negro. El segundo objetivo es el de incorporar componentes naturales y saludables a las bebidas analcohólicas.