San Juan.- Aunque la familia de Jorge Moreno, el minero asesinado de un balazo en julio pasado, esperaba que Pamela Carrizo, la mujer del joven y una de las principales sospechosas, fuera liberada, la noticia cayó como un balde agua fría. Caras largas y ojos rojos son las postales en la casa que los Moreno ocupan en Villa El Salvador, Chimbas.

“Esto parece el crimen perfecto”, es lo primero que esboza la mamá del minero y luego arremete contra quien fue su nuera y madre de sus dos nietos. Afirmó que al más pequeño nunca lo envió al jardín de infantes y que el mayor era víctima de malos tratos.

“Yo no se los voy a dar, mientras la Justicia me los de yo los voy a tener. ¿Ahora se acuerda de sus hijos? Siempre fue una mala madre, nunca se preocupó por ellos. Yo voy a luchar por la tenencia”, explicó a la prensa.

“¿De repente va a cambiar su vida? Ella entraba cualquier gente a la casa con los hijos adentro”, agregó.

Tal como había sostenido con anterioridad, la familia sostiene que la única que conoce con exactitud el motivo del asesinato en Carrizo. “La muerte de mi hijo no puede quedar impune, quiero justicia que me digan quién y por qué hicieron esto”, concluyó.