Chalecos celestes, rojos, azules, amarillos y verdes fueron los que diferenciaron las distintas selecciones y los que le pusieron color a una mañana gris a causa de las nubes. Esto fue en el Mundialito que organizó la Municipalidad de Capital entre chicos de las escuelitas de fútbol, donde lo único que le importó a los niños fue hacer goles para ganar. Hasta dejaron de lado la merienda para disfrutar de los partidos.
A 26 de días de que comience el Mundial 2014, la cancha del Club Colon Junior se convirtió en un estadio mundialista, donde las banderas de Uruguay, España, Italia, Brasil y Camerún estuvieron colgadas de los alambrados. Y la adrenalina de los chicos llegó a tal punto que ni siquiera fueron al baño durante las casi 3 horas que duró el encuentro. Así fue que vivieron al máximo los 10 minutos que duró cada partido y derrocharon nervios, alegrías y gritos.
El encuentro, que reunió a unos 200 chicos de entre 6 y 15 años, comenzó cerca de 10,30 y tuvo una presentación a lo grande. Cada selección, formada por distintas escuelitas de fútbol y edades, desfiló con sus colores representativos y mostraron al público las banderas de su selección. Y mientras ellos hacían su caminata por el enorme campo de juego, los papás no pararon de aplaudir y sacar fotos desde las tribunas. Pero a pesar de que los pequeños jugadores mostraron estar felices durante el desfile, la cara los delató. Es que no aguantaron las ganas de ver rodar la pelota.
La cancha fue dividida en 4 sectores, mientras que los chicos fueron repartidos en tres categorías: A, de 6 a 9 años; B, de 10 a 12 y C, de 13 años en adelante. Y si bien el torneo no fue competitivo, es decir que no hubo campeones, los chicos gritaron cada gol como si fueran los mejores jugadores del mundo.
Así fue que los festejos también tuvieron un show aparte. Abrazos, revolcones en el suelo, bailecitos y hasta dedicaciones a los padres fueron algunas de las opciones elegidas por los chicos, sobre todo por los más pequeños. De esta forma, disfrutaron de una mañana entre compañeros e hicieron nuevos amigos ya que en las selecciones se mezclaron a chicos de distintos barrios. Desde la organización dijeron que ningún equipo fue Argentina para evitar peleas entre los chicos.
