El triunfo sobre Godoy Cruz del domingo (por 2-0) en la última fecha cerró la mejor campaña de San Martín en sus participaciones en Primera División. Fue un equipo nuevo desde toda óptica y por momentos le imprimió características de mucho conocimiento previo. Pablo Lavallén debutó como DT, 18 refuerzos, y apenas un puñado de futbolistas de la temporada anterior, fueron los protagonistas de una campaña muy productiva y que invita a pensar que para lo que viene la apuesta puede ser con mayor sustento y sin tener que pensar tanto en el descenso.
Ganó 6 partidos, empató 5 y cayó en 5. Obtuvo 23 puntos que representan el 48% de las unidades en juego para quedar sólo a un punto del objetivo que se planteó el cuerpo técnico. Tuvo más goles a favor que en contra, con 23 frente a 20, situación que en otros años fue desfavorable. Superó el 1,300 de promedio y por eso recibió un premio extra.
La clave fue que logró una identidad de juego que tuvo su mayor pico desde el debut hasta la fecha 9, con sólo la derrota ante Boca. Rendimiento que lo posicionó como revelación y llegó a ponerse el objetivo de terminar 2do en la zona para poder tener la chance de ingresar a la Libertadores.
Se pinchó en el final, pero sacó su mejor versión ante el Tomba, y ya piensa en armar un equipo competitivo para pelearle a todos en el torneo que vendrá.
