Con la partida del británico Christopher Lee, que falleció a los 93 años en el hospital londinense Chelsea & Westminister debido a problemas respiratorios según el portal The Telegraph, la pantalla grande se queda sin el Drácula más famoso de la historia y sin uno de los más veteranos actores de películas de terror. Aunque fue el segundo que encarnó al legendario vampiro -luego de Bela Lugosi en la década del ’30-, fue el primero del cine a color, dirigido por Terence Fisher.

"Puedo confirmar que el 8 de junio expedimos un certificado de defunción de Christopher Lee, muerto el 7 de junio", dijo una portavoz, en tanto que su agente señaló que su esposa, la ex modelo danesa Birgit Kroencke, y su hija Christina Erika, no quisieron hacer comentarios.

Hijo de un militar y una condesa, nació en Londres el 27 de mayo de 1922, fue condecorado en la Guerra de los Bóeres y en la I Guerra Mundial. Su debut fue en 1944 con La extraña cita, pero se hizo popular con Frankestein en 1957. El salto definitivo al estrellato fue con su personificación del chupasangre en 11 cintas, la primera de ellas en 1958.

Por sus más de 250 títulos, en los que cobró fama como el "malo de la película" -con su voz grave y una altura de 1.96 m- fue distinguido con el título de Caballero del Imperio Británico.

Sin duda, Lee -primo de Ian Fleming, autor de las novelas de James Bond; y un apasionado por el power metal- supo adaptarse a los nuevos tiempos para ganarse su lugar en Star Wars, El Señor de los Anillos y El Hobbit, e interpretar villanos que quedarán en la retina de los cinéfilos. El maestro del terror se fue pero su legado quedará para siempre.