San Juan, 28 de mayo.- En el día en el que se conocerá la sentencia por el brutal crimen de la nena de 2 años Alina Suárez Romero, su mamá Sonia Romero se defendió en los micrófonos de Radio Sarmiento. El fiscal de la causa pidió perpetua para ella y su pareja.

“Me quieren culpar de algo que no hice. Yo sería incapaz de hacer una cosa así. Yo no estaba en mi casa, cuando llegué él (por Agüero) ya la había golpeado”, dijo y afirmó que su expareja la golpeaba y mantenía encerrada sin dejarla salir.

“Me gritaba que lo perdonara, que no sabía lo que había hecho”, contó sobre el momento en que ambos cayeron presos por la fatal golpiza. “Me destruyó la vida”, agregó.

La mujer reconoció que Agüero la golpeaba a ella y hasta le daño una córnea. “Cuando le veía moretones me decía que mi otro hijo le pegaba”, relató.

“No quiero que me condenen por alguien que no hice”, dijo.

Sobre aquel trágico día afirmó que cuando llegó a su casa encontró a la nena “pálida” y tuvo que “rogar de rodillas durante 40 minutos” para que la dejara salir al hospital. “Cuando iba saliendo me agarró de los pelos y me metió adentro. Mi suegra me dijo que le había ‘picado un bicho’”, concluyó.

Días atrás, el fiscal Gustavo Manini y el querellante en la causa, Carlos Reiloba,pidieron la máxima pena, prisión perpetua, para esta pareja, mientras que los abogados defensores apuntaron a la absolución.

Lo que arrojaron los estudios médicos

El cuerpo de la nena estaba plagado de hematomas y heridas, por dentro y por fuera. En la parte externa, el labio lastimado. Golpes y moretones en todo el rostro, pero más en el costado izquierdo, que se veía inflamado y amoratado. El párpado caído de ese mismo lado. Grandes manchas moradas en el cuello, pecho, parte superior del abdomen y el costado izquierdo de la espalda. Y dentro de esos hematomas, otros más pequeños en forma circular.

También registraba moretones en nalgas, brazos y en las palmas de las manos. Además, tenía hematomas en pulmones, el diafragma, el intestino, los músculos intercostales.Y la destrucción de algunas partes del cuerpo, como una fisura en el cráneo y coágulos de hemorragias en esa zona. Dos costillas fracturadas, la destrucción del vaso y del riñón izquierdo.