Los Fabulosos Cadillacs lanzaron su nuevo CD-DVD "El arte de la elegancia de LFC", en el que le dan una lectura new wave a canciones clásicas pero no necesariamente hits de su repertorio, antes de una pausa sin fecha definida de regreso, lo que genera incertidumbre tras su exitosa gira que comenzó en 2008 y culmina el 1 de diciembre con un show en el Distrito Federal mexicano.
Condecorados con el premio Personalidad del Año por Capif, el cantante Vicentico y el baterista Fernando Ricciardi confiesan que hoy disfrutan los conciertos, alejados del vértigo de sus inicios, y aseguran que no saben que pasará con el conjunto después de cumplir con su último recital.
– ¿Cómo se tomaron esta gira que fue muy larga con más de 70 shows?
Vicentico: Con mucha tranquilidad, es muy placentero. Pero hubo cero vorágine, cero vértigo. Sin la emoción de tirarte al vacío. La unidad es algo que construimos en un ratito, cuando nos vimos las caras supimos que estaba todo bien.
Ricciardi: En el primer ensayo me di cuenta que estaba todo bien, creo que la buena onda se pudo percibir. La nuestra no es una unión forzada.
V: Somos amigos hace años, no nos pasa como en otras bandas que están forzados a reunirse y se la pasan pensando en que los va joder el otro miembro del grupo. Eso es algo que nunca nos pasó, ni siquiera cuando estábamos mal.
– ¿Qué va a suceder después de este párate?
R: No es una parada en boxes, terminamos cero kilómetro. No sabemos si vamos a volver, como tampoco puedo decir que no.
V: No la evalúo, no tengo mucha idea, es hacer lo planeado que era terminar el 1 de diciembre en México. Después, entramos en un terreno de incertidumbre agradable y que la música y nuestras cosas decidan. No hay planes de nada. No nos planteamos nada, vamos día a día y show a show. Es lindo no saber, teniendo en cuenta que venimos con tanta felicidad. Además, se regeneró la química porque para nosotros el escenario nunca fue pesadillesco; tal vez estábamos más enquilombados y, en esa época, nuestro modo torpe e infantil de hacer las cosas no nos dejó ver que lo mejor era parar.
– ¿Pero existe la posibilidad de un regreso?
V: No tenemos ni idea, es algo que no hablamos, no lo sabemos ni lo queremos saber. Se manejó la posibilidad de sacar un disco de estudio en el 2010, pero si te digo que es una certeza, te miento, porque no hablamos ni entre nosotros. – ¿Cómo ven el nuevo disco?
V: Vemos el hecho desde un costado interesante, ya no tiene la cosa egocéntrica de armar el disco porque quiero tener canciones nuevas, sino que está hecho por placer, elegimos las canciones porque nos gustan. Las volvimos a tocar y las miramos desde otro lado. Tiene un costado "nuevaolero" de la banda, un costado al que siempre le dimos bola, pero al que por ahí no siempre se le puso la lupa.
R: Son temas viejos que nos gustan tocar y a los que les tenemos cariño. Queríamos hacer este disco con la idea de buscar la simpleza, esa idea de que menos es más, que suene a Cadillacs.
– ¿En la gira tomaron dimensión de que son muy grandes en América Latina?
V: La verdad que todas esas cosas que se dicen y se generan no las veo ni las escucho, porque no me las quiero creer y es algo que no dimensionamos. Nosotros no somos eso.
– En México alrededor de los estadios donde tocaron se armaron ferias de un par de días con merchandising y bandas tributo tocando.
V: Obvio que lo agradecemos mucho, pero es algo que genera la gente, es una comunión que no sabes que se produce. Es muy jodido creerse que es algo que generás vos.
– Pero ustedes, Soda Stereo y Café Tacuba son el triunvirato fundamental del rock latino, según coincide la crítica.
V: Son maneras de verlo que nos exceden, no hablamos de ese tipo de cosas. Pensamos en el concierto, en como hacer el nuevo disco o que buena que está esta banda. Entre las bandas mainstream como Soda, Cadillacs y Cafe Tacuba, hay un tuco importantísimo. (Télam)
