Mientras dos hombres pasan el lampazo en la galería externa de la Terminal de Omnibus, otro lava los pisos en el hall central y un tercero limpia los vidrios de las puertas. Así trabajan durante todo el día los empleados de la empresa que se encarga de la higiene del lugar desde hace un mes, cuando la limpieza de la terminal quedó en manos privadas por primera vez. Y el cambio se nota: los pisos están realmente limpios, en los espacios verdes no hay botellas ni papeles y las orillas de las plataformas se ven como recién barridas.
"Algunas personas que han bajado de los colectivos se han acercado y me han dicho: «qué bueno, flaco, te felicito por tu trabajo, esto ahora sí parece una terminal»", comentó Jorge Silva, uno de los encargados de la limpieza. Y contó que "yo me siento bien, porque eso significa que estamos haciendo un buen trabajo. Pero la gente, en general, no nos ayuda: tira chicles, papeles y botellas, como siempre". Según las personas que se encargan de la limpieza, que trabajan en dos turnos desde las 6 hasta las 23, esa situación hace que tengan que estar pasando el lampazo y sacando manchas del piso permanentemente.
Hasta hace un mes, la limpieza de la terminal estaba a cargo de personal de la Dirección de Tránsito y Transporte. El espacio se veía desprolijo, daba la sensación de que la limpieza se hacía sólo por arriba. Pero, después de hacer una prueba piloto de privatización del servicio durante 6 meses en 2008, desde la Dirección de Tránsito decidieron llamar a licitación para que la higiene quedara en manos privadas. Y el servicio fue licitado para la empresa Servicio Integral de Mantenimiento, la misma que limpia el Centro Cívico.
Sobre el trabajo, el subdirector de Tránsito, José Luis Gambina, comentó que "estamos conformes con el servicio. Estamos ajustando algunos detalles, pero, en general, la terminal está limpia".
El cambio es visible. Ahora, las personas que viajan pueden dejar con tranquilidad sus bolsos en el piso, porque está limpio. Y levantan los pies con gusto cuando los hombres que hacen la limpieza les piden permiso para pasar el trapo y sacar las manchas.
Los espacios verdes también están limpios. Ayer al mediodía, por ejemplo, a pesar del viento, no había papeles, ni botellas, ni vasos de plástico tirados sobre el pasto, como antes. Y los vidrios de las puertas estaban impecables.
En cuanto a los baños, la empresa se encarga de limpiar profundamente y de desinfectar a primera hora de la mañana, después los mantienen las personas que han realizado la limpieza siempre y que piden una moneda por su servicio.
La parte de atrás de la terminal, por la que entran y salen los colectivos, donde están los 2 contenedores en los que tiran la la basura, siempre estaba cubierta de basura. Ahora, aunque el pasto que hay allí está alto y todavía hay tierra acumulada sobre el cemento, ya no hay bolsas, papeles, envases plásticos ni restos de comida desparramados. Los encargados de la limpieza comentaron que les cuesta mucho mantener limpio ese sector, ya que las personas que cirujean siguen desparramando el contenido de los contenedores.
