La popularidad y carisma de Obama, que conmocionó la capital de Trinidad y Tobago, quedó impresa en las camisetas, gorras y libros que llevan su cara, y que se vendieron generalmente acompañados con la leyenda “Trinidad y Tobago te ama”.

Imágenes transmitidas durante algunos eventos de la cumbre mostraron cómo otros mandatarios pedían a Obama que autografíe libros o se tome fotografías con ellos. El mandatario de Colombia, Alvaro Uribe, dijo que iba a hacer enmarcar un papel donde su par estadounidense le había dedicado una frase.

“Esta es la cumbre de Obama”, resumió un diplomático brasileño.

La magnitud de la cita obligó a usar a cruceros de lujo como hoteles ya que los que hay se vieron desbordados.