Qatar, también denunciado por violaciones a los derechos humanos y posibles vínculos con terroristas, está bajo sospechas de haber pagado sobornos por unos u$s 5 millones a funcionarios de la FIFA para ganar la sede de la Copa Mundial de 2022, según una investigación del diario británico Sunday Times. Millones de correos electrónicos y documentos secretos demuestran que el exdirigente del fútbol qatarí, Mohamed Bin Hammam, habría sobornado para lograr que Qatar ganara la sede de 2022.

El 27 de mayo, la procuradora general estadounidense Loretta Lynch y los fiscales suizos anunciaron una investigación sobre corrupción en la FIFA que dio lugar a una docena de acusaciones y detenciones por denuncias de sobornos para adjudicar el Mundial de 2018 a Rusia y el de 2022 a Qatar.

Sobre derechos humanos, los diarios The Guardian y The Wall Street Journal informaron que miles de inmigrantes que trabajan en la construcción en Qatar son tratados como esclavos. La organización Human Rights Watch dijo en su informe de 2014 que los trabajadores extranjeros en Qatar "continúan experimentando trabajo forzado y restricciones arbitrarias al derecho de abandonar Qatar”.

Almagro, por su parte, anunció que el nuevo departamento de la OEA -Centro de Excelencia y Desarrollo Sostenible para Grandes Eventos Deportivos- se dedicará a temas de seguridad y lucha contra la corrupción en el fútbol. Le pregunté a Almagro quién financiará la nueva agencia de la OEA, dijo que tendrá "financiamiento internacional” como organismos de las Naciones Unidas y cuando le pregunté específicamente si habrá fondos de Qatar, respondió: "Probablemente sí”.

Otras fuentes me dijeron que Qatar será el mayor donante del nuevo departamento de la OEA, a través de un grupo sin fines de lucro con sede en Doha. ¿No es irónico que la OEA financie su nueva agencia para combatir la corrupción en el fútbol con el dinero de Qatar, que está siendo investigado en relación con posibles sobornos para ganar la sede del mundial del 2022?, le pregunté a Almagro. El titular del organismo no desechó la pregunta, sugiriendo que si los fiscales encontraran pruebas de que Qatar pagó sobornos para conseguir el mundial, la OEA podría reconsiderar su aceptación de fondos. "Todo aquel que quiera ayudarnos y cooperar con nosotros en la lucha contra la corrupción es bienvenido. Si tenemos luego que seguir solos, seguiremos solos”, señaló.

Mi opinión: Almagro tiene razón al sugerir que los países, como las personas, son inocentes hasta que demuestren lo contrario y por el momento Qatar debería ser tan bienvenido como cualquier otro país para ayudar a combatir la corrupción en el fútbol. Pero también es cierto que Qatar tiene un serio problema de percepción en este tema.

Esta sería una oportunidad de oro para que Estados Unidos ofreciera reemplazar los fondos de Qatar para la nueva agencia de la OEA, y ganar aplausos -de amigos y enemigos- después de liderar la primera investigación internacional seria sobre la corrupción en la FIFA. Hasta Diego Maradona, un crítico patológico de Estados Unidos desde que se le negó una visa para un tratamiento de drogas en la década de 1990, festejó la investigación del FBI contra directivos de la FIFA.