Brasil, 17 de noviembre.- Pororoca (pororó-ka) significa en tupí guaraní “Gran estruendo destructor” y así se denomina a este arrebato de la naturaleza que se da en el río Amazonas, bien al norte de Brasil.

Este fenómeno, conocida mundialmente como macareo, sucede cuando las mareas oceánicas entran en los ríos en forma de ola y también se da en otros ríos y otros puntos del planeta (en el río Petitcodiac, en Canadá, en vario ríos ingleses o en el Río Indo en Pakistán, entre otros).

¿Porqué sucede? La luna tiene un campo magnético por el que atrae todos los líquidos de la tierra y, cuando se produce un equinoccio -alineación de la luna, la tierra y el sol – esta atracción se multiplica y produce este fenómeno natural con forma de ola.

Dos veces al año, en el corazón de la selva brasileña, el Océano Atlántico trepa sobre el río Amazonas con una fuerza arrolladora y un sonido aterrador. La interminable ola que llega a alcanzar los cuatro metros de altura, va río arriba y para los locales trae consigo muerte y destrucción ya que arrasa con todo lo que se le cruza en el camino: árboles, animales, personas y hasta pueblos enteros. Los surfistas en cambio, llegan desde diferentes partes del mundo en busa de adrenalina y la aprovechan para deslizarse sobre distancias incomparablemente más largas que las de las olas de la playa. Es que la Pororoca no se dispersa… de hecho, de allí surgió más de un récord Guinness a la ola más larga jamás surfeada.