La ópera volvió a engalanar un escenario sanjuanino. Fue anoche con La Traviata, puesta en escena por la Ópera de San Juan. Esta vez, la famosa obra de Giuseppe Verdi tuvo como marco la sala del Auditorio Juan Victoria, donde por primera vez se presentó una ópera completa.
El desafío era administrar el espacio del escenario, que además no tiene bambalinas. La orquesta de 35 músicos -dirigida por Lucía Zicos- fue ubicada en el centro del escenario -en anteriores presentaciones en el teatro Sarmiento, se ubicaban frente al escenario ante la falta de foso-, mientras que el despliegue de los 60 integrantes del coro y más una decena de solistas fue por detrás de los músicos, sobre las escalinatas, cuyos módulos fueron modificados para armar espacios más planos. Jarrones, tres arañas suspendidas desde el techo, además de muebles que ingresaron en los distintos actos, ambientaron la escena donde se desarrolla la historia de amor de Violetta y Alfredo.
La puesta dirigida por Ricardo Elizondo, contó con las actuaciones de Laura Polverini (como Violetta), Pablo Gaeta (Alfredo) y Enrique Gibert (Giorgio Germont), además de Romina Pedrozo, Jorge Romero, César Sánchez, Gabriel Arce y Silvia Pérez. No se usaron equipos de ampliación de sonido, aprovechando la acústica de la sala y solo falló al principio la proyección del subtitulado en la pantalla suspendida sobre el escenario. La expectativa por el regreso de este espectáculo artístico era importante, y el público sanjuanino acompañó a sala llena.
