Mostrando un nivel totalmente superior al de la ronda clasificatoria, el equipo del Liceo de La Coruña se metió cómodo en las semifinales al golear 5-1 a la joven Selección Mendocina. Precisamente el conjunto cuyano llegaba con el puntaje ideal (ganó los tres partidos de la ronda clasificatoria). Mientras que el Liceo, ciertamente desteñido luego de aquella sorpresiva goleada en contra ante Unión y el empate frente a Estudiantil. Pero ayer, en el primer partido por los cuartos de final, todo se dio vuelta y los españoles mostraron su categoría, su efectividad y dejaron con las manos vacías a la Selección de Mendoza.
Era esperable que el Liceo se sacudiera de la modorra y mostrara sus uñas. Es que no se trata de un equipo de medio pelo de España. Es nada menos que un permanente candidato al título allá, donde está lo mejor del hockey mundial. Y así se plantó frente a los mendocinos: Seguro, equilibrado y efectivo. Por eso no extrañó, pese a la cierta paridad en el juego, que se fuera al descanso con una diferencia de dos goles (2-0).
Y en el complemento el equipo Gallego no sacó el pie del acelerador. Inclusive el técnico Carlos Gil rotó a sus jugadores y todos le respondieron, siendo Josep Lamas el más acertado (hizo dos goles). Encima, en Mendoza, el pibe Darío Giménez (un goleador de raza) recién pudo aparecer cuando caía el telón del partido, demasiado tarde como para discutir el triunfo del conjunto español.
Por todo eso la goleada. Nada de sorpresiva. Simplemente la muestra de un equipo con categoría que entiende cuándo debe atacar a sus presas. Pese a que no se había mostrado antes, para hoy es otra cosa. Y eso, cuando está a apenas un peldaño de la final.
