‘Apostaste por la vida hijo‘. Eso es lo que Ignacio Toribio Lucero le dirá a su hijo andinista cuando lo vea. La vida de este docente de la UNSJ y la UCC cambió radicalmente al enterarse que Ignacio sufrió un infarto ascendiendo al Himalaya. En estos días, su voz resonó en los medios nacionales pidiendo fondos para solventar la atención médica en Nepal y sus compañeros sanjuaninos no dudaron en hacer una gran campaña para ayudarlo.
‘Ni bien se enteró, mi colega de la Facultad de Filosofía de la UNSJ, Víctor Castro se comunicó conmigo para expresarme su solidaridad. Sé que él y otros amigos se movilizaron para conseguir fondos para mi hijo y les estoy muy agradecido porque gracias a eso cubrimos los primeros gastos. Sé que mañana (por hoy), mis alumnos comprenderán mi ausencia en el aula‘, dijo Ignacio, que es puntano y vive en Mendoza.
Desde 1985 dicta clases de Ética general y Bioética en la UNSJ y en la UCC. ‘Tengo muchos amigos y me siento un sanjuanino más. En esta situación tan difícil, mi familia y yo nos sentimos muy acompañados por toda la provincia‘.
El miércoles 5 de este mes marcó un antes y un después para él y su familia. Ese día supo que su hijo, que tiene 20 años de experiencia como guía de alta montaña, había sufrido un infarto a 7.300 metros, en el cerro Manaslu, en Nepal. Pero pudo bajar hasta los 6.000 metros, donde fue asistido en un campamento base.
‘Todo fue incertidumbre y desesperación. Encima, en Katmandú no hay internet por lo que recién cuando Leonardo, mi hijo médico, llegó allá pudimos tener más detalles de lo que pasaba. Junto con Mariana, novia de Ignacio, nos manda mails por celular. Ahora, la otra cumbre de mi hijo es regresar vivo a casa‘, contó.
Ignacio empezó una dura lucha después que se le practicara una angioplastía y su familia se reencontró con la angustia. ‘Este es un susto más que nos da, aunque el más duro de todos. El año pasado se cayó a una grieta en el Aconcagua. Como ese accidente, le ocurrieron muchos pero él es muy fuerte‘, dijo el docente.
El tono de su voz cambia cuando comenta las últimas novedades. ‘Lo pasaron a una sala común y sabemos que evoluciona lento porque sólo el 25 por ciento de su corazón funciona. La otra buena noticia es que su aseguradora cubrirá gastos hasta 50.000 dólares y por eso, decidimos cerrar la cuenta bancaria y agradecemos a los que colaboraron‘.
Si el pronóstico de los médicos se cumple, el andinista estará en 20 días en el país e Ignacio imagina el reencuentro. ‘Le diré que lo admiro por no rendirse. Ese amor por la vida y la montaña será el que me lo traiga de vuelta‘, agregó.
