No estuvo el Chaqueño Palavecino ni Los Nocheros, sin embargo las zambas y las chacareras fueron, de manera improvisada, el imán para la diversión. Así, en un abrir y cerrar de ojos, la carpa donde todas las noches cenan los 2.500 alumnos de universidades argentinas que están participando de las XXIII Olimpiadas Universitarias San Juan 2015 se convirtió en una gran peña folclórica. Y fueron justamente los estudiantes los que se volvieron, por un rato, músicos y bailarines.
A medida que las distintas actividades deportivas fueron finalizando (ver Sección PASIÓN), los estudiantes comenzaron a llegar a la cena. Con cara de cansados, aún con los equipos de gimnasia puestos y con las mejillas coloradas de haber estado casi todo el día bajo el Sol, los jóvenes de distintas provincias coparon la carpa que la UNSJ montó en uno de los espacios verdes de El Palomar.
Cerca de las 21 los primeros alumnos comenzaron a buscar su cena y un lugar dentro de ese gran comedor. El ritmo de una banda sanjuanina amenizó la comida con reggae. Tras varias canciones de Los Payasos Mediáticos, nombre del dúo local que fue convocado por los organizadores para entretener a los demás chicos, un par de cordobeses se puso la diversión al hombro. Subieron a un pequeño escenario, pidieron prestada una guitarra y tras presentarse comenzaron con una zamba que hizo cantar a todos, como si fueran un gran coro. Ovacionados por sus compañeros de estudio y aplaudidos fuertemente por los demás estudiantes, se animaron a varias canciones más. Y no sólo los hombres se sacaron la timidez, sino que también un par de chicas, sin pañuelos, trenzas, ni vestido para zarandear demostraron sus dotes de bailarinas. Al igual que ellas, con zapatillas y tras haber dejado los platos de lasagna sobre la mesa, varias parejas más se sumaron a ese baile.
Así, en menos de 10 minutos alumnos de distintas provincias, que saben cantar o tocar la guitarra, se amontonaron frente al escenario para ser parte también de esa peña improvisada.
La diversión continuó de la mano de los estudiantes salteños. Los César, como se denominaron improvisadamente dos compañeros del equipo norteño de futsal, llevaron a la carpa las chacareras. Este ritmo contagió más alegría y palmas entre los alumnos que no dejaban de comer mientras disfrutaban del espectáculo.
Así, tras unas dos horas de fiesta, los chicos regresaron a sus respectivos hoteles para descansar, pues al otro día debían cumplir con el objetivo del viaje: tratar de tener el mejor desempeño deportivo en estas competencias que se están realizando en San Juan.
