Todavía es imposible cuantificar los daños económicos por la pérdida de uvas en los viñedos, pero el costo será muy alto. En 2012 hubo un escenario bastante similar, aunque con menos impacto que ahora, En ese momento, la excesiva humedad y el intenso granizo también arrasaron los cultivos. Una conclusión lógica es que el Champagne faltará en el mundo.
El champagne es un vino espumante producido en una región del mismo nombre donde se produce la uva, se hace el vino y el producto sale fraccionado de la zona. Es hoy una de las regiones con Denominación de Origen Controlado (DOC) más prestigiosa del mundo. Podríamos decir un mayor emblema de Francia. Solo es champagne si sale de ese lugar. Todos los demás vinos con igual método de elaboración son solo espumantes.
No hay un champagne de Italia ni de España ni de Argentina. El champagne es solo francés. Un vino ícono a tal punto de toda la producción de champagne, los franceses consumen la mitad. La producción vinícola francesa se reducirá este año un 10% respecto a la de 2015 para quedarse en 42,9 millones de hectolitros, debido a las heladas de primavera en las regiones de Champagne, Borgogne y del Val de Loire, así como a la sequía que afecta a la franja mediterránea.
Estas estimaciones las publicó el pasado jueves 25 agosto el Ministerio de Agricultura, que destacó que el volumen previsto será un 7% inferior a la media de los cinco últimos años. Al 22 de agosto el descenso respecto al pasado año será del 32 % en Champagne, del 35 % en el Val de Loire, del 21 % en las denominaciones de origen de Bourgogne y Beaujolais y del 16 % en Charentes.
También se espera una bajada del 9 % en la región que aporta la mayor cantidad de vino, Languedoc Rousillon.
LAS CIFRAS DEL CHAMPAGNE
Los viñedos de Champagne han comenzado a encender una alarma roja. El motivo es que el 70% de la cosecha ha resultado devastada por causa de un clima extremadamente frío e inusual en la zona. En Côte des Bar, donde se encuentran un cuarto de los viñedos de Champagne, las heladas llegaron tardías y sus efectos resultan letales. En otras áreas emblemáticas, como las del departamento de Aube, las cosechas fueron arrasadas por tormentas de granizo y una epidemia de moho, que invadió gran parte de la región (el 99% de las plantaciones se vio afectado).
Señala el portal del vino Vinetur que esta situación inusitada, que no tenía parangón alguno desde hace más de 40 años (cuando otra similar aconteció en Francia) ha despertado la inquietud de publicaciones especializadas, como la prestigiosa revista Decanter.
Allí en un extenso artículo, el enólogo Jean Pierre Fleury ha explicado que perdió el 70% de su cosecha por el clima frío y seco. También su par Olivier Horiot, residente en la zona de Les Riceys, quien calculó una cosecha de 10.700 kilos por hectárea para julio y solo obtuvo entre 2.500 y 3.000.
Apenas surge un consuelo: los productores aseguran poseer una reserva para al menos cumplir con las demandas de este año. Pero si el clima se mantiene en las temporadas siguientes, la situación se tornaría extrema.
El champagne requiere fermentar durante 15 meses en botella, y esta mala cosecha podrá afectar directamente lo que viene a continuación.
Dicen que cuando alguien sale a aclarar ciertas situaciones, oscurece… Y si pide tranquilidad, es mejor preocuparse aún más. Es lo que ha ocurrido por estas horas, cuando Jean Marie Barillère, presidente de la Unión des Maisons de Champagne (el sindicato que agrupa a los productores), pidió calma y no entrar en pánico ante la situación.
Por las condiciones climáticas y la epidemia de moho, el resultado promedio actual de la cosecha en toda la región es de 2.500 kilos de uva por hectárea, muy por debajo de los casi 11.000 kilos en épocas y condiciones normales.
Una agencia que monitorea una gran selección de los cultivadores de viñedos, ha confirmado que e l 99% de los viñedos supervisados estaban en la actualidad podridos por el moho.
A finales de julio la situación no era tan complicada, pero se agudizó muy rápidamente este mes. El 34% de los viñedos registra pérdidas de más del 10% en el rendimiento debido al moho, y en el 4% de los viñedos más de la mitad de la cosecha se ha visto afectada.
