Sentarse a contemplar el paisaje en la plaza Laprida es casi imposible. De los 14 bancos que hay en este paseo, 8 están literalmente destruídos. Y lo que hay para ver no es para nada atractivo. Hasta los árboles están pintados con aerosol. Empleados municipales y los kiosqueros dijeron que son los alumnos de las escuelas de la zona y los skaters quienes provocaron los destrozos. Desde el municipio dijeron que pedirán más presencia policial en el lugar.
Hace dos meses la Municipalidad de la Capital inuaguró la remodelación de las dos fuentes de la plaza Francisco Laprida en un plan para mejorar el aspecto de este paseo. Pero el objetivo de esta obra, que costó $80.000, duró poco. Más de la mitad de los bancos está rota, de dos basureros sólo queda el armazón de hierro que los sujetaba, la mayoría de los troncos de los árboles fueron pintados con aerosol, las fuentes parecen un reservorio de basura, y a 13 tomacorrientes les robaron la tapa que los cubría. Vandalismo que, según dijeron en el municipio y los kiosqueros, tiene como protagonistas a los adolescentes.
"Es habitual que los chicos de las escuelas cercanas vengan a la plaza a hacer destrozos -dijo uno de los serenos del lugar-. Yo no sé cómo hacen hasta para retorcer los hierros de los bancos. Y nadie les puede decir nada porque te insultan de una manera que da vergüenza".
Lo mismo opinó uno de los kiosqueros del lugar. Dijo que tanto los bordes de los canteros como parte del piso, fueron rotos por los chicos que practican skate.
El kiosquero sostuvo que se trepan por todas partes para probar su habilidad, sin que les importe romper todo lo que encuentran a su paso. "Con las patinetas han logrado levantar parte del piso de los veredines -contó este hombre que tampoco quiso dar su nombre por "temor a que estos chicos me apedreen el kiosco" por hacer estas declaraciones-. Hay un señor que atraviesa la plaza en una silla de ruedas automática, y al que siempre tenemos que auxiliar porque la silla se queda trabada en el piso roto".
