Vanesa Flores, la agente detenida por hacer compras con tarjetas de crédito robadas, se abstuvo ayer de declarar ante el juez Leopoldo Zavalla Pringles. La mujer policía fue notificada de que quedó imputada del delito de participación principal en estafa.
Flores estuvo ayer cerca de una hora en el Primer Juzgado de Instrucción y regresó nuevamente a la Brigada Femenina. Su decisión de abstenerse a declarar apunta a una estrategia de su abogado defensor, que primero quiere ver el expediente y las pruebas que hay en su contra antes de dar su versión.
Esta mujer policía ya tiene otra causa pendiente: un juzgado federal la procesó por hurto, a raíz de la supuesta sustracción de encomiendas del Correo Argentino en 2006, según fuentes policiales y judiciales. Como no había sentencia en esa causa, ella seguía trabajando.
En la jornada de ayer también estaba previsto que fuera indagado el otro imputado y pareja Flores, el oficial inspector Pablo Quiroga, pero la audiencia se postergó para hoy. Los dos están sospechados de estafa. Esto comenzó el 28 de febrero pasado cuando un señor de apellido Gómez dio por robada o extraviada su billetera con sus tarjetas de crédito. El hombre después quiso anular las tarjetas, pero se enteró que alguien ya había realizado compras con sus tarjetas Falabella y Data por cerca de 4.000 pesos en seis firmas comerciales. Los policías de Robos y Hurtos comenzaron a investigar el caso y, a través de testigos y filmaciones en algunos de esos negocios, descubrieron que los presuntos autores de esas compras eran la agente Flores, de la Seccional 26ta., y su concubino, el oficial Quiroga, de la Seccional 18va. En la casa que compartían secuestraron los artefactos y la ropa que compraron.
Actualmente ambos están detenidos. Más allá de la causa judicial, a los dos se les inició un sumario administrativo en la fuerza y quedaron suspendidos. Es decir, no pueden trabajar y tampoco percibirán sus sueldos, explicó un jefe policial.
