Una picada de automóviles en el partido bonaerense de Lanús terminó con tres policías desafectados de la fuerza: uno de ellos acusado de correr con su auto y los otros dos por detenerlo tras una persecución y luego liberarlo sin motivos.
Fuentes policiales le informaron a la agencia de noticias DyN que los agentes fueron separados de la Policía Bonaerense tras una decisión de la Auditoria General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad.
El caso ocurrió en horas de la madrugada del jueves. Un patrullero del Comando de Prevención Comunitaria persiguió por más de 15 cuadras a un auto Honda Civic y un Volkswagen Gol que iban a gran velocidad. Los voceros explicaron que al detener a los conductores los agentes comprobaron que en el Gol viajaba un miembro de la Policía Bonaerense de civil, mientras que en el Honda iba una mujer. Según determinaron, los autos iban corriendo a la par a gran velocidad, a modo de “picada”.
Al identificar al conductor del Gol y comprobar que era un policía, los agentes que intervinieron en el hecho lo liberaron, al igual que a la mujer. Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense decidió desafectar de la fuerza al policía que manejaba el Gol y a los dos agentes que lo habían alcanzado en la persecución pero que luego lo dejaron ir.
La secuencia de la persecución, detención y liberación tras la picada quedó registrada en una grabación difundida ayer por el canal TN. “Es un auto negro”, alertó el oficial que conducía la patrulla mientras perseguía a los vehículos. “Listo, ya lo paramos. Es efectivo policial”, reportó a la central su compañera. “¡Ah bueno!”, exclamó el agente en la central, e interpeló: “¿Quiénes son?”. El oficial que conducía al patrullero respondió: “No, no corresponde”. El agente a cargo en la central preguntó si elevaba una nota, pero el uniformado le contestó: “Ya los liberé”. “Habría que (darles) trompadas”, se escuchó decir a través de la radio. “Estaría”, acotó otro uniformado.
