San Juan a través de su historia ha sufrido terremotos, inundaciones y los vientos Zonda, todos fenómenos destructores de acuerdo a la intensidad. Pero siempre los sanjuaninos hicieron frente a las desgracias con trabajos y resignación, lo que hizo decir a Rogelio Díaz Costa: ‘De lo excepcional a lo desmesurado oscila el péndulo de San Juan, cuya existencia se desarrolla tormentosa como sus turbonadas aluviales entre montañas y torrentes, el nativo debe ser un ser apasionado. Si el río se encabrita devorará poblados y cultivos; que un hombre se arrebate, embestirá frenético contra su destino: La región tiene un alma que impone a las cosas y los seres su influencia modeladora…”

Una vez traslada la ciudad a su actual emplazamiento, el costado suroeste de la Plaza Mayor estaba destinado para la Iglesia de santa Ana, con las habitaciones parroquiales y enterratorio anexo, fue la primera parroquia de la ciudad, arrasada por la inundación de 1833 y el solar posteriormente vendido.

A pesar de los desastres, la ciudad renació una y otra vez y fue creciendo con su propia identidad, siendo el más perfecto de los ambientes humanizados, donde el hombre se adecua a las alternativas de su desenvolvimiento. Al hacerse la reconstrucción, después del sismo del 15 de enero de 1944, se fueron olvidando lugares, hechos históricos y parece que San Juan no tuviera pasado. De ahí la importancia de las placas conmemorativas para recordar ya sea unas efemérides históricas o evocar el nombre u ocupación de un espacio o edificio. Para esto es muy necesario que haya un mapa histórico donde se marque lo que se quiere recordar.

Lo que parece muy simple como es redactar una placa conmemorativa, no es fácil a veces. Hay que tener conocimientos históricos y que sea revisada por una autoridad competente antes de su colocación, porque si no tenemos el problema que muy bien el colega Dr. Gabriel Brizuela informa en DIARIO DE CUYO del 14 de abril del corriente año. Como especialista que desde hace décadas estudia lugares históricos con verdadera autoridad, hace un cuestionamiento público por un grueso error de fecha donde el primer antecedente de diseño de nuestra Plaza Mayor figura anterior al Descubrimiento de Cuyo y por ende a la fundación y posterior traslado de la ciudad a su actual emplazamiento. Lo cual es un verdadero desatino.

El objeto de esta nota es otro error en la placa colocada a la entrada del hotel Albertina, en calle Mitre frente a la plaza 25 de Mayo y que dice: ‘Lugar Histórico. Solar de la Primera Catedral de San Juan-Iglesia de Santa Ana.”

Para redactar esta placa aparte de los conocimientos históricos que hay que tener, se debe tener conocimiento del vocabulario específico de la Iglesia, por ejemplo: Catedral, parroquia, diócesis, diócesis sufragáneas, bulas, obispado y en sentido figurado sede episcopal, vicario apostólico, arzobispado etc…

El uso del lenguaje específico se hace cada vez más necesario y da pena de que algo que estuvo muy bien intencionado, como es recordar ese histórico solar de la iglesia parroquial de Santa Ana se confunda con Catedral. La iglesia es del siglo XVI cuando se traslada la ciudad del primer emplazamiento en el Pueblo Viejo al actual. Recién a mediados del siglo XVII tiene como titular a Santa Ana, que fue la primera iglesia parroquial de San Juan hasta 1775 y el Obispado es recién del siglo XIX.

Las edificaciones de la iglesia llegan hasta 1833 en que una gran avenida de agua que bajó por la actual calle Mitre la redujo a ruinas. Recién el 19 de septiembre de 1834 el papa Gregorio XVI expidió la Bula Ineffabili Dei Providentia y erigía la Diócesis de San Juan de Cuyo, sufragánea del Arzobispado de Charcas. Como Catedral se designó al templo de San José que había sido construido por los jesuitas, demolido después de enero del 44 y reconstruido en el solar donde está hoy. Es el lugar de la Cátedra o sede del Obispo. El Obispado fue elevado a Arquidiócesis el 20 de abril de 1934.

La misión de colocar recordatorios se hace para facilitar la vida urbana, para embellecer la ciudad. Los sanjuaninos, decía la recordada Prof. María del Carmen Reverendo en DIARIO DE CUYO del 22 de julio de 2004, ‘Tenemos que enamorarnos de la historia local, debemos velar con gran celo de que queden del pasado jalones con información, de lugares, de hechos y de personas que marcaron una tendencia de nuestra identidad.”

Creemos que fue muy valorable recordar donde estuvo emplazado el templo de Santa Ana, la primera parroquia que tuvo San Juan de la Frontera, pero la información debe ser veraz y no confundir iglesia parroquial, con catedral u obispado, como aparece en la placa.