Según cálculos del INTA, la producción de bioetanol podría aumentar hasta 21 veces, de acuerdo con la superficie agroecológicamente apta para el cultivo de la caña de azúcar.

Alejandro Valeiro, coordinador del programa nacional de Cultivos Industriales del INTA, quien aseguró que "la producción de etanol se incrementará en forma exponencial".

"En la Argentina hay alrededor de 7,5 millones de hectáreas aptas para el cultivo de caña de azúcar, 2,5 de las cuales son muy aptas, lo que permitiría incrementar en forma exponencial la producción de etanol y resguardar, al mismo tiempo, los bosques nativos, la biodiversidad y la seguridad alimentaria.

El cultivo de caña es mucho más eficiente en términos de producción de energía por hectárea.

Así, en función de las áreas potencialmente cañeras definidas, desde 2009 se llevan adelante ensayos de variedades de caña en Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones y el norte de Santa Fe, además de algunos sectores no tradicionales del NOA. Pero para sostener una expansión realmente sustentable, el INTA trabaja en determinar las emisiones de GEI en el cultivo de caña, en mejorar la eficiencia energética del cultivo y en desarrollar tecnologías que eviten impactos ambientales.

Además, se estudia el uso de los efluentes industriales para fertilización de los cultivos, la generación de energía con los

residuos de cosecha o la reducción de los residuos de envases de agroquímicos.

En la Argentina hay cerca de 350 mil hectáreas y 10 ingenios que hoy producen bioetanol, en Brasil son ocho millones de hectáreas de caña y casi 500 destilerías, por lo que no tiene sentido competir sino complementarse y asociarse.