Ver las estrellas y los planetas desde el aula, sin necesidad de transportar a los alumnos a un observatorio. Esto será una realidad dentro de poco, cuando llegue a la provincia el primer telescopio robótico del país. El aparato es de última generación y permitirá la observación del cielo sólo con el ingreso a una página de Internet. Es decir que se operará mediante la web. Este es el único requisito con el que deberán contar los establecimientos que deseen acceder al telescopio. De esta manera, la provincia se pone en la vanguardia del mundo de la astronomía. Una cualidad que ya no será sólo de Chile, que acaba de anunciar que en el 2018 instalará en Atacama el telescopio más grande del mundo, que permitirá descubrir el origen de los planetas y si hay vida más allá de la Tierra.
Los alumnos de la carrera de Astronomía también podrán usar este aparato para realizar sus trabajos prácticos y tesis.
El telescopio forma parte de un proyecto del Instituto de Ciencias Astronómicas de la Tierra y del Espacio (Icate), y fue adquirido mediante un convenio firmado con la Fundación para el Avance de las Ciencias Astronómicas (Fupaca). El aparato, que todavía no llega a la provincia, se caracteriza por poseer una montura especialmente preparada para el manejo a kilómetros de distancia. Al telescopio le adosarán instrumentos auxiliares como un ecógrafo y una cámara. Todavía no saben dónde lo colocarán, ya que están evaluando el mejor lugar. La idea es instalarlo en el mejor lugar posible y es sabido que la región de El Leoncito es una de las mejores de la provincia para instalar un instrumento astronómico. Es por eso que se planea hacer un convenio con el Casleo o con el observatorio Cesco, que depende del Félix Aguilar. Según Hugo Levato, al frente de Icate, este telescopio tiene la ventaja de tener una precisión muy grande por la clase de montura que tiene. "Las escuelas que tengan computadoras conectadas a Internet podrán acceder a este telescopio. Es que la otra ventaja es que puede manejarse a distancia", dijo Levato. La inversión en telescopio y periféricos ronda los 40.000 dólares pero si se agrega la instalación y cúpula va a redondear los 50.000 dólares.
La adquisición posiciona a San Juan como uno de los sitios astronómicos más importantes del país. Este logro se suma a los que ya tienen el Casleo y el observatorio Félix Aguilar, que se convirtió en el 2006 en una de las tres estaciones más precisas y productivas del mundo, según la NASA.
