Sobre el nacimiento, en nuestra provincia, del afamado músico Arturo Berutti hay algunas discrepancias que están vinculadas con la fecha. Todos coinciden en que ocurrió un 27 de marzo, pero en lo que algunos historiadores no se ponen de acuerdo es con el año, ya que hay quienes dicen que fue en 1858 y otros 1862. De todas maneras, los registros que se disponen coinciden en que su natalicio tuvo lugar en San Juan y que sus primeros estudios musicales, que posteriormente le dieran fama mundial, los inició en nuestra provincia casi en forma simultánea con clases que recibía en la provincia de Mendoza, hacia donde viajaba periódicamente.

Para perfeccionar sus estudios Berutti se trasladó posteriormente a Buenos Aires desde donde se encaminó hacia las grandes capitales de la música de Europa, como Berlín, París y Milán. En cada uno de estos lugares, pero principalmente en Italia, el joven músico estrenó algunas de sus óperas con gran éxito, ganándose el reconocimiento de un público que se caracterizaba por ser muy exigente.

El apellido original de este genial músico y como se lo conocía en San Juan era Beruti, con una sola "t", pero se dice que él mismo se encargó de italianizarlo con doble "tt" antes de viajar a Europa, actitud que no tomaron el resto de los miembros de la familia, que conservaron la grafía original, vinculada al apellido de los Beruti que residieron en Buenos Aires, en épocas de la Revolución de Mayo.

Arturo era nieto de Antonio Luís Beruti (1772-1841) de destacada actuación en la citada Revolución, ya que fue quien repartió junto a Domingo French las famosas cintas celeste y blanco a los patriotas que se habían dado cita frente al Cabildo, gesto que se considera como el primer antecedente histórico de la creación de la escarapela nacional argentina.

De un vasto repertorio, entre las óperas producidas por Berutti más conocidas figura "Pampa" (estrenada en 1897); Yupanqui; Los Héroes y Sinfonía Argentina.

Para la época en que transcurrió su vida tuvo una intensa actividad y numerosos viajes que lo llevaron a recorrer, siempre con su música, distintas partes del mundo. La muerte lo alcanzó mientras residía en Buenos Aires, el 3 de enero de 1938, aunque todos estos datos, según los encargados de recopilarlos históricamente están contenidos en el libro 35, folio 25, de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced de San Juan, dependiente del Arzobispado de San Juan de Cuyo.

Hay un pasaje en la historia del sanjuanino Berutti que se refiere a una ópera que le habían encargado especialmente con motivo de los festejos centrales del centenario de la Revolución de Mayo, en 1910. Después de trabajar intensamente y con gran dedicación en lo que él consideraba una de las composiciones líricas más importantes que se le pudieran haber encargado, finalmente no pudo ser presentada en el Teatro Colón donde había sido programada, por una serie de inconvenientes originados por los encargados de administrar la sala.

Cuando Arturo consideraba que su trabajo había sido en vano, nueve años después la ópera fue puesta en escena con muy buena crítica. La crónica señala que ésta fue la última genialidad musical del compositor y que si la la compañía que gerenciaba el Teatro Colón no hubiese sido tan estricta, Berutti hubiese pasado a la historia coronado de "éxitos y aplausos". Sin embargo no fue así.

Hay testimonios que señalan que el legado musical de este gran sanjuanino, que consta de 10 óperas, un número que es considerable para cualquier autor, pasó por un tiempo casi desapercibido, inclusive en nuestra provincia donde quienes no están vinculados estrechamente al mundo de la música llegaron a considerar que se trataba de un compositor ajeno a nuestro ámbito. De no ser por la difusión que muchos expertos en música han hecho de este genial artista, o de la imposición de su nombre a un conocido coro local y a un establecimiento educativo, el nombre de Berutti nos suena a un gran músico de la época de esplendor europeo y no a un sanjuanino que trascendió los límites de la provincia con una gran proyección internacional.