A medida que fue descubriendo sus capacidades, Diolinda Villegas se fue animando, gracias a su voluntad, a llevar adelante y a cumplir sus sueños. La mujer de 43 años es puestera en Camarico, El Encón, 25 de Mayo, y tenía sólo los conocimientos básicos para leer y escribir. En ese lugar tan remoto de la provincia, educa a sus hijos y se dedica a la cría de chivos y cabras. A través de un programa del Ministerio de Producción para el sector productivo, aprendió a usar una herramienta tecnológica que para muchos es algo natural, pero para aquellos que no poseen los medios es todo un desafío: una computadora. Luego de dominar el mouse, el teclado y algunos programas, Diolinda se propuso un viejo anhelo: terminar la Primaria. Después de un año de esfuerzo, lo consiguió y ayer en Casa de Gobierno no sólo recibió el “título”, sino que también le informaron que recibirá fondos oficiales para desarrollar su proyecto para armar un local de venta de artesanías con un kiosco y, en un futuro, venta de comidas típicas. Pero la mujer va por más y también quiere empezar y concluir la Secundaria.
Diolinda es una de los más de 150 productores beneficiarios del Programa de Acceso a las Tecnologías de Información y Comunicación (Tic), a los que el Ministerio de Producción les entregó ayer su certificado. Además, fue una de los 7 emprendedores que recibió el certificado de aprobación de Aportes No Reembolsables (ANR) para realizar proyectos productivos (ver recuadro).
Durante el acto, a la puestera de Camarico se la vio emocionada por el reconocimiento y las muestras de afecto. Esa misma emoción fue la que sintió cuando terminó el cursado y aprobó la primaria, pedido que le había efectuado al gobernador José Luis Gioja. Pero el comienzo, allá por principios de 2013, fue duro, con nervios, teniendo en cuenta que algunos de sus hijos están en la escuela y otros ya pasaron por las aulas. Para evitar que tanto Diolinda como otros padres se juntaran con sus hijos en un establecimiento escolar (lo que puede generar cierta inhibición), las autoridades decidieron que cursaran en el Centro de Acceso que la cartera productiva tienen en el Centro Integrador Comunitario (CIC), de El Encón, a 30 kilómetros de Camarico. Allí, durante un año, la mujer afianzó y profundizó los conocimientos que tenía para leer y escribir, y adquirió las nociones de matemática, historia y geografía, por ejemplo. En ese caso, la articulación se dio con el Ministerio de Educación, que implementa el plan Fines para la educación para adultos, a través de la Unidad Educativa para Adultos (UEPA) Nº22, según contó Josefina Vaca, coordinadora del Programa de Acceso a las TICs. Fue en el marco de este plan que la puestera había aprendido a usar una computadora. Con los conocimientos adquiridos, ella misma envió mail a distintos proveedores para conseguir presupuestos para armar su emprendimiento con su actual pareja, Marcelo Morales.
