Alimentarse bien es una regla de oro para tener una buena calidad de vida. Tanto niños, como jóvenes y adultos se enfrentan al último tramo del año con el desafío de no caer en picos de estrés. En ese sentido, los estudiantes de los distintos niveles, ya sea primaria, secundaria y superiores como universitarios y terciarios saben que en esta etapa les esperan integrativas, parciales y exámenes finales. Una buena forma de mantenerse con energías es una alimentación sana y equilibrada, según dice la nutricionsta sanjuanina Ivana Oliveros (MP79).
En el caso de los estudiantes, el desayuno es la primera toma de alimento desde un ayuno prolongado como son las horas en las que el cuerpo está descansando. Después de ese reposo, se necesita una reactivación, ésta debe estar provista de energía (calorías) provistas por nutrientes de buena calidad.
En los escolares y estudiantes secundarios o universitarios, no se suele dar importancia al desayuno, ya sea por la falta de tiempo o por no tener el hábito familiar de hacerlo, por lo tanto les causa malestares gástricos, cuenta a modo de ejemplo la profesional.
Muchos de los estudiantes suelen salir de sus casas sin desayunar o habiendo tomado sólo un té bebido o café. El problema es que desayunar de esa forma aportará muy poco +combustible+.
Siempre hay que hacer hincapié en la importancia del desayuno, ya que luego, a media mañana, la mayoría se siente cansado y sobre todo con muy poca concentración, debido a que el cerebro necesita glucosa de manera urgente, y ésta se obtiene de los alimentos.
En cambio si el desayuno es variado se puede sentir con buena energía y mejor ánimo.
El desayuno debe contener:
* Lácteos: Leche, yogur y/o quesos. Dependiendo del estado nutricional individual éstos podrán ser descremados en su preferencia. Con el consumo de 200 centímetros cúbicos de leche o yogur y 50 gramos de queso /compacto o untable) combinados con cereales, se asegura un buen aporte de calcio, proteínas de excelente calidad y zinc.
* Cereales integrales: una buena opción son los panes o galletas integrales, barritas de cereales o copos de cereales con fibras. A través de ellos se consume una buena fuente de energía, fibras, vitaminas y minerales.
* Frutas: es recomendable incorporar una fruta o su jugo, lo cual aporta energía, fibras, vitaminas y minerales. Principalmente consumir cítricos (naranja, mandarina, pomelo, kiwi).
Según las necesidades individuales, se deberá ajustar la cantidad de calorías que el desayuno deba aportar al cuerpo.
Estrés
En este período de tiempo, el nivel de estrés se ve aumentado. Esto repercute en las personas de distinta manera en cuanto a la alimentación. Algunos les da ansiedad por comer y a otros les provocan náuseas el pensar en comida o se les +cierra el estómago+
La buena alimentación es fundamental para mantener no sólo el cuerpo sano, si no también la mente.
Una alimentación abundante en verduras y frutas disminuye el nivel de agresividad y estrés ya que las vitaminas y minerales mejoran el estado de ánimo.
Por el contrario, una alimentación desequilibrada, basada en comidas rápidas, rica en azúcares, carnes y grasas, además de alcohol y/o café, tiende a aumentar los niveles de violencia y estrés.
Las frutas y verduras, cereales integrales, legumbres e infusiones como el tilo, son beneficiosos para ésta época.
Trabajadores
Además de los estudiantes, el último tramo del año acarrea consecuencias en el resto de las personas que tienen distintas actividades. Aquí el estrés puede ser causado por numerosas situaciones a la que todas las personas están expuestas, por supuesto las condiciones laborales que requieren mayor esfuerzo físico, más horas de laborales, lugares de trabajo con menos comodidades o expuestos a las condiciones climáticas, entre otras situaciones, vuelven al organismo más vulnerable. Por ello la alimentación debe adecuarse a estas circunstancias, es decir que si los gastos energéticos aumentan, la alimentación debe adaptarse a esto y aportar las calorías suficientes para equiparar el gasto.
Por lo tanto al basarse en los mismos alimentos se aumentarán las cantidades y de ser necesario se puede recurrir a alimentos muy energéticos como son: las nueces, almendras, avellanas, pasas de uva, licuados de frutas, entre otras.
