Los ojos no les alcanzaban para mirar todo mientras dejaban las huellas de sus tacos marcadas en la ciudad. Recorrieron todo lo que pudieron. Y con sólo ver las expresiones de asombro en sus caras se podía adivinar lo importante que era para ellas: ambas estaban en Buenos Aires por primera vez en su vida. Se trata de Ana Paula Zabala, Reina del Sol, y Cecilia Yañez, Virreina del Sol, quienes visitaron los más grandes íconos porteños y devoraron el paisaje a cada segundo del paseo.
Las chicas aprovecharon para conocer Buenos Aires en su día libre, después de cumplir con su función representando a la provincia en la Feria del Libro, donde sirvieron de imán para atraer al público al stand sanjuanino. Un día después del evento no se les vio rastros de cansancio o sueño. Al contrario, dejaron el cetro y la capa en la valija, se calzaron los tacos y salieron a caminar y caminar. Y es que era la primera vez que salían de la región desde que recibieron las respectivas coronas en febrero pasado, hasta ese momento sólo habían ido a Mendoza, para participar en la Fiesta de la Vendimia.
"Es increíble conocer estos lugares. Saber que aquí está concentrada gran parte de la historia del país y poder verlo tan de cerca me genera mucha emoción", decía Ana Paula parada en medio de la Plaza de Mayo. Era la primera vez que la santaluceña estaba frente al Cabildo y la Casa Rosada. Y no estaba sola, la acompañaba Cecilia, quien también veía por primera vez en vivo y directo esos edificios. Ella no pudo resistirse al pasar el vallado de la Casa de Gobierno y ver un grafitti del ex presidente Néstor Kirchner plasmado sobre el pavimento: "Sacame una foto", pidió, y se puso en cuclillas al lado de la pintura.
Una de las cosas que más les impactaron durante su recorrido con ritmo de tango, fue conocer el Puente de Mujer, en Puerto Madero. Ni bien llegaron y captaron la construcción blanca que vieron tantas veces en fotos gritaron a dúo: "¡Mirá!", e inmediatamente posaron para sus cámaras personales.
En la zona comercial hicieron estragos. Compraron camperas, pulóveres y pañuelos. Todo con una característica común: ambas eligieron los mismos diseños. Y es que juntas forman un verdadero dúo. Caminan a la par, se ríen con cada ocurrencia de la otra y se ayudan cada vez que hace falta. "Nos llevamos muy bien. Por suerte podemos hacer estas cosas juntas", contó Ana Paula.
Después de tanta energía consumida en la caminata, llegó la hora de comer. Y, a pesar de sus esbeltas figuras, las chicas demostraron que la dieta no es su fuerte. A Ana Paula no le gustan las verduras y Cecilia aprovecha para comer postres cada vez que puede. Por eso, a la hora de elegir qué almorzar se decidieron por hamburguesas con papas fritas y gaseosa. Y de postre, helado. Mientras disfrutaban de la comida en un negocio ubicado en plena peatonal Florida, Cecilia recordó un detalle que la llenó de emoción. "¿Sabías que en esta calle cantaba Ricardo Arjona cuando no era conocido?", le comentó y puso al descubierto su fanatismo por el guatemalteco.
Ambas disfrutaron al máximo el paseo. Y dejaron claro que no se necesitan llevar una corona para ser reinas. Es que, así como la gran ciudad las cautivó, las chicas cautivaron a todos los que se cruzaron. Con su clase, su belleza natural y moviendo sus figuras erguidas, lograron que las miradas de los transeúntes estuvieran siempre sobre ellas.
