Hacen justo 40 años la cárcel de máxima seguridad de Rawson estuvo ligada a episodios oscuros ya que allí estuvieron detenidos los militantes víctimas de la “Masacre de Trelew” en 1972 y presos políticos de la última dictadura cívico militar. Hoy cuenta con emprendimientos productivos que le dan trabajo al 805 de los internos.

Estos emprendimientos, que se enmarcan en la política de reinserción social del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y que se denominan talleres de laborterapia, abarcan desde actividades como chapa y pintura, mecánica, carpintería, herrería, sastrería y tapicería hasta la fabricación de ladrillos de cemento y de papel reciclado para energía calórica y una panadería industrial.

En ese marco, este año el Instituto de Seguridad y Resocialización Unidad 6 de Rawson -nombre exacto de la cárcel- sumará una planta de procesamiento de pescado que se complementará con un barco que saldrá a pescar con internos, desde el puerto de Rawson al Océano Atlántico.

Jorge Meza, director de esta unidad penitenciaria chubutense, destacó que “el 80 por ciento de los 480 internos que forman parte de los talleres tiene condiciones laborales similares a las del trabajador de la vida libre, con salario, aportes y deducciones”.

Los internos pueden destinar el salario que perciben directamente a sus familias o guardarlo en un fondo de reserva que les servirá como sustento cuando cumplan sus penas y salgan de la cárcel.

“Cambió el paradigma: antes los familiares atendían las necesidades del detenido en forma económica, con visitas y trayéndole cosas, y hoy es el proceso es inverso, la familia puede disponer del dinero”, remarcó Meza.

“Les brindamos posibilidades de trabajo y alfabetización en un contexto de encierro que repercuten en menores porcentajes de reincidencia”, explicó el director de la U.6 de Rawson.

Los talleres recaudaron el año pasado 350.000 pesos, que se reinvirtieron en la compra de equipamiento para los emprendimientos y en la generación de nuevos proyectos y alternativas de trabajo.

Asimismo, la unidad penitenciaria de Rawson también brinda asistencia puertas afuera, como por ejemplo la reciente entrega de 8.000 ladrillos de papel reciclado a la comunidad tehuelche Cholila, cerca de Esquel.

El taller ecológico donde se producen estos ladrillos es uno de los de mayor actividad del penal debido a que en esa zona del país se registran bajas temperaturas y no todos tienen gas.

Otro proyecto estratégico que generará una nueva alternativa de trabajo es la construcción de una planta de procesamiento de pescado que, según explicó Meza, “está planeado que se concrete en el presente ejercicio y que permitirá dotar de pesado a otras unidades penitenciarias. La unidad, además, posee en sus 320 hectáreas, de las cuales 90 son cubiertas, un centro de recuperación de drogadependientes que participan en un coro que el 26 de octubre cumplirá 5 años. (Fuente: Télam)