PRIMERA NOTA

Como toda revolución, la de mayo de 1810 en el territorio del Virreinato del Río de La Plata puede ser observada desde distintos ángulos y esos puntos de vistas vienen expresándose hacen ya 200 años. Desde lo histórico el ideario de 1810 fue forjado por Moreno, Castelli, Monteagudo, Belgrano quienes ideológicamente estaban consustanciado con el ideario de la Revolución Francesa. Tenían en claro que país queríamos, que hombre sería el argentino medio, cuales eran los recursos económicos con que contábamos, cuales eran las posibilidades reales de explotación de esos recursos y en función de ello pusieron en marcha el programa de Mariano Moreno en lo ideológico, secundado por Castelli y Monteagudo, y en lo económico por Manuel Belgrano.

Ese pequeño grupo, que quería un país de verdad, diseñó el programa que luego fue desarticulado por personajes como Saavedra y Funes, influenciados por especuladores económicos, como Martín de Alzaga. Ellos preferían seguir gozando de los privilegios que la Corona Española brindaba a un selecto grupo de comerciantes. Ese grupúsculo de comerciantes monopolistas, con su poder económico dieron vuelta la Revolución de Mayo, de forma tal, que conspiraron para que la Independencia se decretara 6 años después. Asimismo dieron pie a la crisis política de 1820; a las inequidades de Rivadavia; a los impedimentos a la Campaña Libertadora del Alto Perú y posibilitaron el surgimiento de Rosas como restaurador del sistema cuasi colonial.

Desde 1810, salvo por el intento constitucional de 1813, la Carta de Mayo de nuestro comprovinciano Del Carril y el intento seudo constitucional unitario de Rivadavia, nuestro país vivió un continuo proceso de aventura política, manejada por los intereses económicos portuarios, con un interior caudillesco sin objetivos políticos. Esto hasta 1853, época en que se comienza con el proceso de reorganización nacional y con ello la puesta en valor de parte del ideario de mayo de 1810. Pero todavía seguíamos, sin definir el país que queríamos.

Cuando Sarmiento fue candidato a presidente, un periodista le pregunto cuál sería su plan de gobierno, a lo que contesto: "lograr 100 Chilicoy". Nadie entendió nada, lo que obligo al prócer a contar que siendo boletinero del Ejercito Grande había tenido la oportunidad de ver el estado de pobreza al que sometían a naturales y extranjeros, los grandes terratenientes de la Pampa Húmeda y sus mayordomos, que eran los dueños de los almacenes de ramos generales. Se estaba ante una nueva forma de esclavitud, quizás más desafortunada que la tradicional. Ante esto, Sarmiento se propuso establecer, como política de Estado, expropiar latifundios incultos, darlos en propiedad para trabajar, organizar cooperativas de consumo que le provean de comida y vestido a los colonos y cooperativas de industrialización, pero ésto no prosperó por la entonces, si existente, oligarquía terrateniente.

Después de una etapa de crecimiento económico, producto del fenómeno socio cultural de la inmigración, se vive la crisis económica de 1870, la primera con características mundiales. Se sanciona el régimen del sufragio universal obligatorio para hombres, que se completará, en 1949 con la constitución peronista para las mujeres, lo que en San Juan ya se había logrado con la Constitución de 1827.

En 1916 surge el gobierno radical con Hipólito Yrigoyen. Haciendo un gran esfuerzo por derrotar el sistema de corrupción política, con un gran apoyo popular, pierde la oportunidad de establecer el país que queremos.

Viene la ruptura democrática del "30. El país pierde el curso de acción democrática como estrategia para lograr un país institucionalmente republicano, representativo y federal, económicamente independiente, socialmente justo y con una pertenecía al mundo que posibilite que el habitante sea un ciudadano y ese ciudadano una persona humana. El régimen surgido del golpe militar del "30, más el surgimiento de la ideología nazi fascista en España, Alemania e Italia en controversia con el capitalismo liberal y con estatismo ruso va a generar un proceso de desorientación cívica que va a culminar con el surgimiento del Peronismo, en un proceso que va desde 1943 a 1946 y que se extenderá hasta el golpe militar del 16 de setiembre de 1955.

Frondizi en el gobierno, muy condicionado por los militares, trata de establecer objetivos claros para el país, a través de lo que Argentina denomino "desarrollismo económico". Pero los mismos que impidieron el cumplimento del ideario de mayo de 1810 siguieron poniendo palos en la rueda, y tras otro golpe, Frondizi debe dejar el poder en 1962. En 1963 viene Illia al Gobierno, un ejemplo de humildad, democracia y bonhomía, pero cuando quiere establecer el objetivo económico nacionalista es golpeado por las empresa multinacionales y un piquete policial.

Las Fuerzas Armadas Argentinas crean institucionalmente un gobierno que pretende, en forma definitiva, obviar la democracia y establecer un sistema similar al que impuso Franco en la España del "30.

A esa mezcla de capitalismo y marxismo se le agrega un elemento explosivo: El resurgimiento del peronismo como una ideología socialista intermedia entre el capitalismo salvaje y el colectivismo soviético.

En 1973, el peronismo resurge cívicamente, gana las elecciones Cámpora, a quien el país se le va a manos. La debacle es total, se va Cámpora luego de 77 días de gobierno, se llama a elecciones, vuelve "Perón en Persona", viejo y con amargura a tomar el poder perdido en 1955. No pudo llegar, tampoco esta vez, a establecer cuales eran los objetivos del país que si tenían claro los hombres de mayo de 1810. Murió el 2 de julio de 1974.