Chile parte como uno de los favoritos para esta Copa y es la Selección que más hinchas trajo a San Juan. Anoche, pasadas las 20, el combinado del "Bichi" Borghi se instaló en el Del Bono Park proveniente de Mendoza. No hicieron el reconocimiento del estadio Bicentenario como estaba pactado y menos la posterior conferencia de prensa. Es decir, que el hermetismo que se puede justificar con lo metido que está "La Roja", los invadió.

La proximidad de su país con San Juan, provocó que más de 250 chilenos los fueran a recibir. El azul, rojo y blanco de sus colores y el típico canto de ¡Chi, chi, chi, le, le, le… viva Chile! fue una constante mientras aguardaban la llegada del colectivo. El mismo que llegó a las 20.07 y las banderas empezaron a agitarse. La movilidad se abrió y Alexis Sánchez, el ex jugador de River, fue el primero en descender. Detrás asomó Gonzalo Fierro, el volante que estuvo cerca de firmar para Boca hace una temporada atrás lo siguió y así todos los jugadores, sin dar declaraciones, ingresaron al hotel. Luego fue el turno para el cuerpo técnico con Claudio Borghi a la cabeza y sus colaboradores.

Chile viajó desde Mendoza donde se entrenó por la mañana (ver recuadro) y de allí directo al hotel. Ni siquiera los chilenos que estaban hospedados en el hotel pudieron sacarse fotos con el plantel. Mientras que los simpatizantes le pusieron el color a un arribo que fue discreto.

"Ponte la camiseta que ya van a llegar", se escuchaba en la espera que se decían unos otros. El colectivo asomó en el playón de Del Bono Shopping y desde los autos que estaban estacionados comenzaron a descender para sumarse y darle el aliento a sus jugadores, que esta noche enfrentarán a México desde las 21.45.

Los flashes invadieron su llegada, pero ningún jugador se detuvo. Menos alzar sus brazos para retribuirles el "aguante". Tanto fervor guardado lo pudieron desplegar minutos después, cuando la Selección mexicana, que venía de reconocer el Estadio, entró al hotel, donde ambas delegaciones están concentradas. ¡Borombombom, el que no salta es mexicano y maricón!, para gritarles mientras ingresaban "ponte las pilas en la mochila para mañana". En resumen, la fiesta fue de los hinchas, porque Chile pisó suelo sanjuanino pero no conoció el césped que lo cobijará y optó por el silencio.