Si Cataluña se independiza de España, dejará de formar parte de la Unión Europea (UE), quedando afuera de los acuerdos que rigen en la unión regional y monetaria de la comunidad de naciones, según lo advirtió el bloque, por segunda vez, al movimiento independentista catalán.
Quienes reclaman la independencia catalana basan sus pretensiones sobre el principio de que el pueblo de Cataluña es una nación soberana, según lo documentan razones históricas, la cultura, la lengua propia y el derecho civil catalán. Por ello se alega que esta región nunca alcanzará su máxima plenitud cultural, social ni económica mientras forme parte de España.
Es más, en términos generales, el movimiento también propugna la libre y directa integración de Cataluña a la UE, como un Estado miembro más, pero como el independentismo se nutre de varias corrientes políticas e ideológicas, los sectores de izquierda más radicalizados no aspiran a ser parte del bloque regional y seguir los dictados de Bruselas. Pero en las actuales condiciones de Europa, la corriente interna catalana tiene varios temores por la incertidumbre económica.
Es así que las últimas encuestas reflejan que el 52% de los catalanes se declara abiertamente a favor de la independencia, mientras solo un 24% votaría para quedar en el marco español. Sin embargo, el voto independentista cae hasta el 47,4%, si la secesión implicaría la salida de Cataluña de la Unión Europea, por lo que buscan una salida como la de Escocia, aceptada por Londres, de manera que piden al gobierno de Mariano Rajoy seguir el modelo de consulta aceptado por el primer ministro británico David Cameron.
El desencuentro político con Madrid se agudizó desde que la Cámara catalana aprobara el 23 de enero pasado la Declaración de Soberanía y Rajoy lo ratificó el sábado último, negando a la Generalitat la posibilidad de celebrar una consulta por la secesión en 2014, es decir si moverse del discurso oficial de los últimos meses. Como si fuera poco, el domingo el vicepresidente y comisario de Competencia de la Unión Europea, Joaquín Almunia, advirtió que una eventual secesión de Cataluña respecto a España dejará esta región nororiental de la península ibérica al margen de la UE, con todas las implicancias políticas, jurídicas, económicas y sociales.