Es la peor sequía en México desde 1941, se extiende a lo largo y ancho de 19 estados o provincias (40% del territorio nacional), y tiene a unos 2,5 millones de personas bajo riesgo de sufrir hambruna. Es que cultivos y animales sucumben sin atenuantes y hasta ha obligado al desplazamiento de comunidades enteras. Pero la crisis alimentaria puede ser peor. El Gobierno de Felipe Calderón admitió que en la presente temporada casi se duplicará el número de personas afectadas por la sequía, que llegara a 4,5 millones.
Este oscuro panorama lo pintó ayer el titular de la secretaría de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, que adelantó que para hacer frente a este desafío, el gobierno federal intentará paliar la crisis con la entrega de 1.2 millones de paquetes alimentarios y destinará 2.000 millones de pesos para abastecer de agua potable a entre siete mil y nueve mil comunidades en el país.
Las autoridades ya empezaron a trabajar, a marcha forzada, en la ampliación de los programas para afrontar la grave situación que afecta al campo y a las comunidades más vulnerables.
Guerra adelantó que en la Secretaría de Desarrollo Social ya se preparan 1.2 millones de ‘paquetes alimentarios’ adicionales para distribuirlos entre la población más necesitada.
Cada paquete alimentario, detalló el secretario, trae harina de maíz, lentejas, arroz, leche en polvo, sopa de pasta, galletas y pastillas de cloro, ‘para purificar el agua’ y adelantó que se cambiará la harina por maíz en grano, y las lentejas por frijol ‘que se comprará a los productores locales’.
Además, se movilizarán 42.000 pipas de una capacidad de 10,000 litros de agua para llevarla a zonas críticas de Zacatecas, Chihuahua, Coahuila, Durango, San Luis Potosí, Chihuahua, Sonora, Sinaloa y una docena más de estados. El agua se resguardará en megatanques vigilados por ‘comités ciudadanos’ que impedirán que haya discriminación alguna en el suministro, y que también monitorearán la distribución de alimentos.
Los indígenas rarámuris, que habitan la Sierra Tarahumara de Chihuahua, se han visto particularmente afectados por la sequía y las heladas en el Norte de México, que han arruinado sus cosechas y obligado a miles de ellos a dejar sus tierras ancestrales y desplazarse a las ciudades para luchar por la sobrevivencia
Se calcula que 1.4 millones de hectáreas padecieron los daños provocados por las condiciones climáticas adversas. En 2011 se perdieron 3.2 millones de toneladas de maíz, 600 mil de frijol y 60 mil cabezas de ganado.
