Buenos Aires, 28 de julio.- Un equipo encabezado por Julianne Holt-Lunstad realizó un análisis de 148 estudios sobre el riesgo de muerte, luego de reunir datos de más de 300 mil, con un promedio de edad de 64 años, mayoritariamente de países occidentales.
Las investigaciones observaron a las personas durante aproximadamente 7,5 años. De ellos, quienes poseen un buen círculo de amistades y conocidos tiene una probabilidad de supervivencia un 50% mayor que las personas con un entorno social más restringido.
Este estudio fue publicado hoy en la revista PLoS Mediciney, y fue dado a conocer por la agencia de noticias DPA.
El efecto es casi tan grande como el tabaquismo, y supera muchos factores de riesgo, como el sobrepeso y la falta de actividad física.
Además, se mantiene independientemente de la edad, sexo y nivel social.
El mayor efecto de todos los medidos lo tuvo la integración social general, es decir que no era fue determinante si alguien vivía solo o con otros. El entorno social tiene consecuencias sobre el manejo de la salud y los procesos psicológicos, como el estrés y las depresiones.
La conclusión es que cualquier acción para incrementar la vida social mejora tanto la capacidad de supervivencia como la calidad de vida, informaron los especialistas que recomendaron que la prevención de la salud incluya el tema social, que los médicos estimulen los contactos con otras personas y las clínicas fomenten las redes sociales para los pacientes.
"Médicos, expertos en salud, maestros y los medios toman muy en serio factores como el tabaquismo, la alimentación y el deporte. Los datos presentados aquí ofrecen un argumento sólido para agregar a esta lista los factores sociales", subrayaron los autores.
