Buenos Aires, 17 de mayo.- El dictador Jorge Rafael Videla, que purgaba varias condenas a perpetuidad por crímenes de
lesa humanidad, tuvo su última aparición pública en el juicio por los crímenes cometidos en
el Plan Cóndor.

En el juicio, Videla se había autodeclarado como un "preso político" al negarse a declarar, y ante una pregunta de la fiscalía, aseguró haber padecido una "crisis de memoria".

El dictador, de 87 años, caminó con suma dificultad unos cinco metros hasta el banquillo de los acusados sólo para desconocer la jurisdicción del Tribunal Oral Federal 1 para juzgarlo.

Había afirmado que los crímenes por los que se lo juzgaba, cometidos en el marco del plan de cooperación represiva entre las dictaduras de la región, eran "cosa juzgada" desde 1985, en el juicio a los comandantes.

Videla estaba alojado en pabellón de condenados por delitos de lesa humanidad en el Penal de Marcos Paz, cuya unidad sanitaria, según relató, determinó que está en condiciones de declarar pese a su visible deterioro motriz.

"No tiene sentido hacer una defensa en una justicia vacía de derecho", sostuvo Videla, que este viernes murió a los 87 años en el penal de Marcos Paz, donde cumplía varias condenas a reclusión perpetua por múltiples crímenes de lesa humanidad.