Tenía dos meses desde que tuvo a su bebé Milan, para recuperarse antes de entrar como jurado a La Voz. Y Shakira eligió un método que le resultó bárbaro para recuperar su figura: el "zumba", que combina ritmos como la salsa o el reggaetón con rutinas aeróbicas. "Incluso durante el embarazo lo practiqué casi hasta el final", contó a People.