Ahí no hay caras famosas, cachets ni horarios televisivos. Pero podría decirse que los Espectáculos Callejeros de Cosquín son los que conservan la esencia del mayor encuentro telúrico del país. Noche tras noche, bajo las mismas lunas que iluminan el gran Atahualpa Yupanqui, cientos de nóveles artistas desfilan por estos escenarios para hacer conocer su nombre y su arte. Escenarios codiciados y concurridos que para más de uno han sido un importante trampolín en su carrera, algo que seguramente sucederá con Labriegos. El sexteto sanjuanino fue una de las más de 800 propuestas de todo el país que la comisión del Festival recibió en este rubro (incluidos otros locales); y a puro folclore cuyano, con temas propios y ajenos, no sólo logró quedar entre los 14 finalistas, sino que su debut en el certamen culminó con una Mención Especial, detrás del ganador jujeño Antonio Olarte.
"La verdad que es un privilegio para una banda cuyana estar entre los primeros puestos’, se alegra Ezequiel "el Lagarto’ Morales. "Hace cuatro años vamos invitados a las peñas de compadres como Facundo Toro y de paso aprovechábamos para hacer los circuitos callejeros, pero sólo mostrando nuestro folklore; y este año decidimos competir. Y como nuestro repertorio es de composiciones propias en su mayoría, el orgullo es doble’, agregó su compañero Claudio "Katy’ Martínez, primera voz del grupo que completan Gabriel "el Bebe’ Martínez, Cristian "el Chupín’ Balmaceda, Alan Bazán y Marcelo Lucero.
"Cueca del vino nuevo’, de Eduardo Troncozo y el gato "Malas lenguas’, de Katy, fueron los temas con los que los sanjuaninos se presentaron en la final, luego de haber recorrido el circuito fijado por la organización, donde jurado, coordinadores y público iban definiendo su suerte.
"Estuvimos en La Remembranza, Camping AOITA y Bialet Massé. Tenían que hacer tres temas a elección y nos daban la posibilidad de un bis si el público lo pedía, y así fue afortunadamente. Y en la final eran sólo dos temas’, explicó Héctor Olivera, manager de Labriegos, para quien haber actuado frente a la cantante Mariana Cayón, al productor Hugo Casas, a la compositora Silvina Mujica y al cantante de Los indios de ahora (ganadores 2013) -integrantes del jurado- es una gran oportunidad. Con ese mismo espíritu vivieron las actuaciones paralelas en importantes peñas, como La Salamanca (de Buenos Aires), La fiesta del Violinero (de Néstor Garnica), La Real, La Callejera, Los Surcos, Emerger y La casa de San Luis, donde tocaron más de una vez, con excelente repercusión.
"En La Salamanca nos bajamos ovacionados y eso creo que es un lujo después de tanto trabajo’, se regocija Katy. Fue allí donde el público aplaudió a rabiar Mi amor en una tonada, del Negro Villavicencio; por ejemplo. "También fue un placer ver a los bailarines en La Callejera, bailando cuecas y gatos; y a la gente disfrutando de las tonadas’, rememoran los Labriegos, convencidos del valor del folclore cuyano que destilaron además en el Festival de Peñas de Villa María, Calamuchita y La Falda.
"Estuvimos a full, durmiendo muy poco pero aprovechando cada oportunidad. Encima hubo días de muchísima lluvia donde no pudimos pegar un ojo, y al otro día había que seguir’, cuenta Olivera sobre esta aventura folclórica que contó con el apoyo de Cultura de Capital, y que los 11 integrantes del equipo concretaron con una combi propia que se estropeó en Córdoba ("se le rompió el inyector, la gente veía el humo y decía ¡Ahí vienen los sanjuaninos!’, recuerda entre risas) y carpas que instalaron en el fondo de una casa y que a duras penas resistieron el aguacero.
"Cuesta, pero se puede. Cuando uno dice que hace folclore cuyano, por ahí te miran de reojo, pero también depende de uno poner empuje y estar convencido de lo que se hace para que te den el espacio’, sostienen felices de regresar a casa -donde los esperan más escenarios- con su logro coscoíno.
