Su rostro emocionado, sus palabras entrecortadas y el llanto que brillaba en su rostro, fue una imagen no muy casual para Andrés Alderete, quien en Córdoba, tras el enorme triunfo 2-0 sobre Belgrano, no pudo contenerse y explotó. Un signo que enmarca el presente de éste San Martín, que está comprometido y convencido que puede quedarse en la categoría de cara a las dos fechas que restan.

“Fue un desahogo por el momento, por la situación y por el partido también. Porque fue duro, difícil y lo pudimos sacar adelante”, confesó ayer sobre esas lágrimas Alderete, uno de los referentes del equipo.

Pero sus lágrimas fueron más allá, dado que nunca en toda la temporada le había pasado, pero ante Belgrano se quebró. “Siempre me da alegría y emoción ganar, pero este partido era uno de los más importantes de los últimos tiempos y por eso fue”, reconoció el santafesino, uno de los líderes que va por la misma causa que el grupo. “La verdad que estamos bien, nos sentimos fuertes como grupo y eso se ve reflejado en la cancha”, agregó.

A falta de dos fechas San Martín pasó a depender de sí mismo para lograr la permanencia. “Eso es importante y ojalá podamos aprovecharlo”, dijo al respecto.

El volante central, que a principios de la temporada supo ser el capitán del equipo, tuvo en su trayectoria un largo paso por Gimnasia de La Plata, el archirrival de Estudiantes, que es el próximo escollo del Verdinegro. “Le quiero ganar porque estuve mucho tiempo en Gimnasia y porque lo necesitamos, pero nada más. Porque pese a que estoy identificado con Gimnasia, eso no me representa nada”.

No obstante, el historial de Andrés enfrentando al Pincha con la camiseta del Lobo no es el más alentador, ya que “me fue más o menos, no estuve muy bien, mejor no traerlo al caso”, se refirió. Pero espera poder revertirlo en un encuentro clave para las aspiraciones verdinegras: “ésta puede ser la primera vez”, confesó entre risas.

El presente de San Martín le da buenos augurios para este desenlace final, dado que viene de ganar 3 juegos seguidos, 2 de los cuales fueron saliendo de Concepción. “La clave fue que queríamos cortar esa racha larga que teníamos de visitante y por suerte lo pudimos hacer con Tigre que nos hizo más fuertes y ante Belgrano conseguimos otros 3 puntos importantísimos”.

El volante, que también tuvo un paso por el fútbol de Israel, fue pieza clave para al ascenso de San Martín a Primera en el 2011, luego se fue a Rosario Central y para esta temporada regresó sabiendo que la misión era la permanencia. “Ese es el objetivo que nos propusimos, ojalá lo podamos cumplirlo. ¿Sí se vendrán más lágrimas? Vamos a ver, hay que esperar”, cerró ilusionado.