Ojos llorosos, caras de sorpresa, gestos de impotencia y el desconcierto de los dirigentes fueron las puntos distintivos que abundaron ayer en la Casa de Gobierno, en Desamparados, apenas empezó el desfile de la gente cercana al Gobierno provincial que se hizo presente apenas conocida la muerte del ex presidente Néstor Kirchner.

El primero en llegar, unos 20 minutos después de las 10, fue el gobernador José Luis Gioja, quien salió lanzado desde su casa apenas confirmó la noticia que algunos periodistas le habían anticipado informalmente. Y detrás de él los primeros en ingresar por la entrada principal de la Gobernación fueron el secretario de Política Económica, Daniel Coll, seguido por el secretario General de la Gobernación, Walter Lima.

A algunos los había empezado a convocar el propio gobernador Gioja, quien no le dio descanso a su teléfono celular, mientras que otros, la gran mayoría, concurrió espontáneamente apenas se iban enterando de la desgraciada noticia.

En esa primera avanzada de dirigentes también estuvieron el intendente de Rivadavia, Elías Alvarez, el de Santa Lucía, Aníbal Fuentes, y el diputado nacional Ruperto Godoy. Peto, como le dicen los amigos, estaba muy emocionado y tuvo que ser contenido por el decano de la Facultad de Arquitectura, José Guillermo Rodríguez.

La mayoría era consultado por los medios de prensa que ya estaban en el lugar y así se fueron armando improvisadas conferencias de prensa casi en las puertas del despacho del mandatario provincial.

El clima que reinaba en el lugar era de total incertidumbre al punto que varios de los funcionarios, dirigentes y legisladores dijeron que iban a buscar contención del jefe del Partido Justicialista en San Juan, que es el gobernador Gioja.

Otros, hasta se daban el pésame, con un "lo lamento mucho compañero", como si al ex presidente Kirchner lo estuvieran velando en San Juan y estuvieran acompañando el cuerpo sus familiares.

Los trabajadores de la provincia nucleados en la CGT también se hicieron presentes, con su conductor, Eduardo Cabello, y también la JP estuvo representada con algunos jóvenes que había concurrido para marcar presencia.

Mientras el gobernador Gioja no cesaba de hablar por teléfono con funcionarios del Gobierno nacional y con otros gobernadores provinciales para armar una estrategia ante la situación, decidió armar una reunión de emergencia en la que participaron los ministros del Ejecutivo, intendentes, diputados nacionales y provinciales, concejales y otros funcionarios del Gobierno local.

Ese encuentro, que duró poco más de media hora, terminó cuando faltaban 10 minutos para el mediodía y, según testigos de la reunión, sirvió para que el mandatario llevara tranquilidad a la dirigencia y para pedir que los sanjuaninos sigan unidos ante las circunstancias que se estaban viviendo. Fue casi un calco del mensaje a los sanjuaninos que había grabado minutos antes para la radio y la televisión de la provincia.

Los que tuvieron que suplir en varias oportunidades al mandatario y dar entrevistas incluso ante consultas de medios nacionales fueron el subsecretario de Información Pública, Luis Amín, y el director de Prensa, Luis Márquez.

Tanto había sorprendido la noticia a los funcionarios de Gobierno, que hasta el ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina, estaba de jeans en las reuniones.

Minutos después Gioja dejó Casa de Gobierno porque ya en la pista del aeropuerto Sarmiento, en Las Chacritas, lo aguardaba el gobernador riojano Luis Beder Herrera para trasladarlo a la Capital Federal.