"Perdón, ¿ese no es Francisco Laprida?’, dijo el locutor y todos los presentes giraron, sin entender a qué se refería. Por uno de los pasillos de la plaza Laprida apareció él, galera en mano y caminando tranquilamente. Se detuvo frente a la estatua del prócer y observó alrededor, rodeado de silencios y miradas absolutamente sorprendidas. Exclamó, a viva voz, fragmentos del Poema Conjetural, de Borges, y luego se retiró, ya sí con el aplauso de los asistentes que cayeron en la cuenta de lo que sucedía. Minutos después, pero en la Plaza 25 de Mayo y en otro acto, el que sorprendió fue Fray Justo Santa María de Oro, desplazándose por detrás de su monumento y encontrándose cara a cara con Laprida. Fue el momento cúlmine de la intervención de dos actores, caracterizados como los representantes sanjuaninos de 1816, en las ceremonias protocolares en la previa del Día de la Independencia, a 198 años de su declaración.
La iniciativa fue de la Municipalidad de la Capital y el objetivo fue desacartonar estos actos que se realizan todos los años, que consisten en dejar ofrendas florales en los monumentos de Laprida y Fray Justo Santa María de Oro, los representantes sanjuaninos en el Congreso de Tucumán.
Laprida y Fray Justo estuvieron representados por los actores Emiliano Voiro (32) y Paco Martín (51), respectivamente. Sus monólogos fueron preparados por el secretario de Cultura de la Municipalidad de la Capital, Luis Meglioli, quien fue el autor de la iniciativa. Laprida, en su locución, se basó en un poema de Jorge Luis Borges, descendiente lejano del sanjuanino, mientras que el monólogo de Santa María de Oro fue un compendio de su discurso en el Congreso tucumano.
"Cuando me presentaron la idea me pareció interesante porque era romper con el protocolo y otra forma de acercar la historia al pueblo. Si bien Meglioli me había aportado mucha información, también investigué para tratar de lograr la mejor caracterización posible del personaje’, apuntó Voiro, quien es actor desde hace 15 años, integra diferentes elencos y recientemente debutó como director en la obra de teatro "Vida (bis)".
"Creo que el gran desafío de Fray Justo era tratar de imponer sus ideas desde su posición. La Iglesia tenía poder político pero por entonces seguía entroncada a España, por lo que nuestro sanjuanino tuvo que haber discutido y mucho, no debió haber sido fácil", expresó Paco, integrante del grupo de teatro Círculo de Tiza y quien en 2013 interpretó al Cacique Angaco en una representación enmarcada en las celebraciones por la Fundación de la Ciudad de San Juan.
Para la puesta en escena contaron con la asistencia del experimentado actor José Annecchini y tanto Paco como Emiliano se conocieron en un ensayo en la noche del lunes. Como anécdota, recordaron que el saludo final surgió luego de mucho pensar. "Posiblemente, Laprida hubiese besado el anillo del fray, pero es un acto de mucha sumisión para nuestra era. Al final, decidimos cruzar las manos y los brazos, lo que nos pareció más neutral", cerró Martín.
